Hola a todos de nuevo, ya estoy de vuelta de un tiempo de
relax donde intente disfrutar a tope de todo aquello que siempre echo de menos,
mi familia, la naturaleza y de mi misma.
Hoy os dejo un relato que surgió tras la conversación con un
amigo, me sugirió que hiciera mis pensamientos texto y aquí estoy, intentando
convertir estas sensaciones que experimento a menudo y que no cambian de color
a pesar de que pasa el tiempo.
Aquel banco vacío
El otoño no cesa mientras caen infinitas hojas de aquel
árbol de antaño, que guarda con gran ardor aquel viejo banco vacío, lentamente
una tras otra van buscando sitio en el suelo de aquella plaza, tal vez parezcan
que son las últimas, sin embargo cuantas más caen, más hay colgadas de aquel
árbol, su tono rojizo alerta de que no tardaran mucho más en caer junto a las
que hay estirazadas en el suelo.
Quizás aquel banco parezca cansado de esperar, sin embargo
no es así, el sabe a quién espera y eso hace que no se impaciente demasiado,
pues sabe que su dueña aún tarda un poco en llegar, aunque tampoco lo sabe con
exactitud.
En aquella plaza, junto a aquel banco, una fuente con agua
cristalina, dibuja en el aire la silueta del chorro de agua que cae sin prisa
pero sin pausa, a pesar de que el paisaje nos incita a pensar en esos días
grises de otoño, el agua de aquella fuente nos impregna de su frescura, su
color y la vida que parece dormida en aquel lugar insólito donde parece no
haber nadie.
De pronto tras aquella fuente hay un sendero de musgo por el
que no pasa ni una hormiga, sin embargo si miras fijamente, se acerca una
muchedumbre de gente con atuendos extraños, ordenadamente, uno tras otro pasan
despacio por aquel lugar con la cabeza gacha, sin hablar, sin mirar, sin
detener su marcha.
Cansada de ver la cola interminable de gente que no
pretenden detenerse ante mí, me quedo eclipsada mirando como las hojas de aquel
árbol siguen cayendo lentamente, sin embargo algo me impide sentarme en aquel
banco, aunque me llama la atención que ninguno de los que van en aquella
marcha, piense ni siquiera el descansar sobre el.
Vuelvo la vista y me topo de frente con aquella fuente,
siento como el agua me salpica al caer y sin embargo me quedo, empapándome de
aquellas sensaciones que a pesar de no entenderlas me gustan y las necesito.
Siento una paz enorme en un lugar que a pesar de ser desconocido para mí,
siento como parte de mi vida.
Acentúo mi vista a través de aquella fuente y en la parte
donde el agua queda reposando antes de comenzar de nuevo el circuito, veo a mi
familia, en un día cualquiera, con su ajetreado ritmo de vida, con sus alegrías
y sus penas, veo a mis amigos y a la
gente que forman parte de mi vida y a los que nunca podría olvidar, veo a mis
hijas sonreír y celebrara días importantes acompañadas……
Quedo sorprendida con lo que veo a través de aquella fuente,
tal parece que el agua cristalina fuese un espejo a través del cual puedes
repasar tu vida y adelantar acontecimientos.
Sin salir de mi asombro y sin dejar de sentir aquellas
emociones diversas en aquel lugar, me animo a sentarme en aquel banco para
sentir las hojas del árbol caer en mi pelo, para ver como el viento que pasea tímido
por aquel lugar las deposita lentamente a donde deben estar, en el suelo.
De pronto alguien rompe la monotonía de aquella fila de
gente y se acerca a mí, se sienta a mi lado, en aquel banco y comenzamos a
hablar, nos sentimos tan cómodos que se nos pasa el tiempo sin darnos cuenta,
horas, días…….el tema de conversación no acaba, y cada vez nos sentimos más a
gusto hablando, compartiendo todo lo que nos ha ocurrido tiempo atrás, a veces
echamos de menos nuestro entorno y aquellos momentos y saciamos las ganas
asomándonos a aquella fuente donde parece que estamos junto a nuestra familia.
Sin embargo seguimos hablando sin cansancio, y nos damos
cuenta que no se oscurece, siempre es de día, no sentimos hambre, ni sed, aquel
árbol siempre tiene las mismas hojas en sus ramas a pesar de que no cesan de
caer, y la gente no se cansa de caminar….
A pesar de seguir conversando con la persona que me acompaña
muy cómodamente, me alarmo al comprobar que nada en aquel lugar cambia de
forma, de sitio o de color, ni siquiera la pequeña brisa se cansa de
envolvernos, en el sobresalto cierro los ojos y al abrirlos, estoy en mi casa,
acostada, lo primero que hago es mirar el cuarto de mis hijas, y veo que
duermen plácidamente entonces me doy cuenta de que fue un sueño, un sueño que
me lleva repetidas veces al mismo lugar, en aquel banco donde converso con
alguien que no se quién es, sin cansancio, durante días, horas, meses…..eternamente.
Son esos días que me despierto donde me siento afortunada de
formar parte de esta vida que se ve a través de la fuente, donde valoro lo que
tengo y porque lo tengo.
Sin embargo sé que aquel banco me espera mientras ve que las
hojas de aquel árbol caen sin cesar, y aquella muchedumbre de gente van no se
donde, tal vez aún no hayan encontrado su banco, y aunque aún no se quien es la
persona con la que converso sin reloj, se que es alguien muy cercano a mi, tal
vez ya me este esperando, tal vez aún no haya llegado.
Solo espero tardar en ocupar ese banco, aunque deseo que la compañía
tarde mucho más que yo en llegar.
Un gusto leerte Amparo,me ha gustado la historia y su forma.Gracias un beso.
ResponderEliminarHola Carmen, en primer lugar Enhorabuena por lo del libro, y enhorabuena también por la elección de Daniel para la síntesis.
EliminarGracias por estar aquí y sumergirte en mis palabras.
Un beso
Sin duda, la estación más bella del año, donde la gama de ocres , naranjas, marrones es infinita.
ResponderEliminarMe gustó este octubre...Siempre digo que un banco da mucho de sí. Las horas pasan sin que nos demos cuenta, a la vez que se pasa de un tema a otro ensamblándose en perfecta armonía.
Bienvenida y un abrazo
Hola Pilar, en efecto a mi también me encanta el otoño, pues a pesar de que un periodo de vida y alegría termina, a pesar de ser nostálgico, esa nostalgia también es necesaria para poder valorar la próxima primavera.
EliminarGracias por tu bienvenida, otro abrazo para ti.
Hoy es un día especial para mi, he descubierto tu espacio; y al leer tu relato siento la necesidad de conversar contigo, se parece un tanto a lo que yo escribo, al paso de la conversación vamos intimidando poco a poco, y nuestra conversación se hace mas gratificante, siento que te conozco no de ahora de siempre, gracias me a encantaodo tu espacio, volveré una y otra vez, besos,,,
ResponderEliminarHola Lobo, bienvenido a mi blog, gracia estar aquí, me alegro que hayas descubierto mi espacio y que te haya gustado.
EliminarMe alegra que tras leer mi relato sientas esa necesidad de conversar, pues esos son los mejores comentarios, los que surgen al decir lo que pensamos, sin frases hechas ni meditadas.
Te espero en próximas entradas, gracias por compartir ese banco hoy conmigo.
Es una charla amena tu relato linda, te envuelve y transporta al lugar, el otoño es la estación mas agradable que hay, los colores, el ambiente, la fresca brisa y una buena compañía, ya sea real o en sueños, es maravilloso.
ResponderEliminarMe encanta que hayas regresado, besos linda
Hola Ame, gracias por sentir mis palabras y expresarlo aquí en mi espacio, para mí es agradable haber compartido un cachito de mi banco hoy con todos vosotros.
EliminarGracias por tu bienvenida, besos
Es un relato maravilloso. Enhorabuena
ResponderEliminarun abrazo
fus
Gracias Fus, me alegro que te haya parecido maravilloso, pues para mi lo es el hecho de pensar que cuando la vida finaliza no termina, sino que hay un banco esperándonos para prolongarla eternamente.
EliminarUn abrazo
Tu foto y mi foto son similares y tus hojas y mis hojas se parecen, y esos que ves pasar son mouros y mouras chicos-as rubios por la orilla de fuentes y rios y llena el otoño de bellos hechizos .
ResponderEliminarBienvenida y gracias por volver.
Besos,
Hola André, bienvenido de nuevo a mi espacio, es un placer tenerte aquí, y mucho más cuando compruebo que ese banco es compartido y que esas hojas también caen delante de ti, sin duda nuestro mejor otoño.
EliminarGracias por estar aquí y compartir mis pensamientos.
Besos
sin duda un relato muy hermoso,
ResponderEliminarun beso.
Gracias Emmanuel, para mí lo es, es hermoso pensar que todo no termina, sino que en cierta medida continua y nos hace sentir vivos de alguna manera, nos hace repasar una y otra vez aquello que hemos vivido y es ahora, aquí, donde estamos a tiempo de cambiar aquello que no nos gusta, que no necesitamos, o que nos hace sentir mal.
EliminarBesos
Hola linda: ¡Que alegría que volviste! parece que tienes sueños redundantes. Es difícil darle explicación a estos sueños los interpretes de sueños se murieron con los faraones. Pero me gustaría arriesgar y comentarte que me deja tu pensamiento. Entreveo que estas teniendo en tu vida una especie de meseta que te permite contemplar el camino adelante y atrás. Por la paz en tus palabras parece que bien.
ResponderEliminaresta bueno que vuelques pensamientos en tu blog. Porque de eso se trata de hacer una bitácora de vida, un diario más allá de lo que publiques.
Besos y abrazos. Gracias por tus visitas
Hola Daniel, que privilegio encontrarte en mi primera entrada tras mi regreso, la verdad es que mis sueños son pequeñas señales para mi, las interpreto como necesito en cada momento y me sirven para estimular ese camino hacia lo que quiero. Es difícil interpretar esos sueños sí, tanto que jamás lo consigues, por eso me quedo con mi percepción que adapto a mis circunstancias e intento sacar la parte positiva que siempre encuentro.
EliminarA veces pienso como tú, que estoy en esa meseta, y sabes que? me siento privilegiada por tener la capacidad de adelantarme un poco al futuro y sobre todo por haber vivido mi pasado, eso hace que mi presente merezca la pena.
En efecto mi cometido en blogger es compartir mis experiencias con vosotros por si os pueden ayudar de algún modo, no a solucionar problemas, sino a ver una parte positiva de todo acontecimiento, porque en verdad existe.
Un ramo de besos para ti
Amparo!
ResponderEliminarHermosa!
Qué alegría leerte nuevamente!
Siempre un placer...
Besos de agua desde mi playa azul...
Hola Algamarina, me alegro de verte yo también por aquí de nuevo.
EliminarGracias por traerme besos desde tu playa y por disfrutar con mi presencia y mis relatos.
Besos
Un bello relato en un incipiente otoño, tus sueños y tu búsqueda y cada día un encontrarte entre letras.
ResponderEliminarFelíz regreso
Hola Alborada, gracias por calificar mi relato como bello, pues veo que has visto el trasfondo de mis palabras, mis sueños y esa búsqueda interior que jamás termina y que no quiero que acabe, pues mientras hay camino, hay sueños.
EliminarGracias por estar aquí, Besos
El otoño es mucho más que una estación pasajera. Es un tiempo que invita a la reflexión, un tiempo en el que nuestra atención se detiene más en esos pequeños detalles, tan importantes por otro lado, como la luz con todos su matices, tantos que nos atraviesa el alma, y la naturaleza danza al ritmo de unas horas que se estrechan cada vez más.
ResponderEliminarPrecioso todo lo que has escrito Amparo.
Un saludo
Hola MJ, es un placer tenerte entre mis palabras, bienvenido, en efecto el otoño es algo más que una estación pasajera, el otoño es un tiempo de nostalgia, recuerdos, auto conocimiento, reflexión y encuentro con nosotros mismos.
EliminarEstoy de acuerdo contigo en tu descripción, la cual me asombra y me embelesa pues impacta fuerte en mis sentidos, gracias por volcar tus pensamientos conmigo, me hace conocer esa parte de las personas que me atrae, la sensibilidad.
Mi relato no es más precioso que la sensación que has aportado con tu comentario. Un saludo
Muy bonito lo escrito y una Estaciona de añoranza !.
ResponderEliminarUN SALUDO
Bienvenida Abuela, en efecto es una estación mágica, que pone en el punto de mira nuestros recuerdos, y casi nos obliga a hacer inventario de lo que tenemos, de como hemos llegado y de quién sigue con nosotros.
EliminarUn saludo, gracias por estar aquí
Un precioso relato. Tenemos que sentirnos orgullosos por lo que somos y tenemos y tardar mucho en sentarnos en ese banco. Besos
ResponderEliminarHola Alicia, precioso es tu regreso a mi blog, en efecto esa es la clave de la felicidad, sentir orgullo de lo que somos y aceptar lo que tenemos.
EliminarTe confieso que a mi también me gustaría tardar mucho en sentarnos en ese banco, pero siento una paz inmensa de saber que existe y que me espera esa compañía.
Besos
Hola
ResponderEliminarMe llamo Carla y tengo un directorio web. Me ha encantado tu blog! Tienes unos post muy interesantes, te felicito!. Buen trabajo, por ello me encantaría contar con tu sitio en mi directorio, para que mis visitantes entren a tu web y obtengas mayor tráfico.
Si estás de acuerdo házmelo saber.
PD: mi email es: mendezcarla90@gmail.com
Carla.
Hola Sandra, gracias por pensar en mi para esta iniciativa que me parece fabulosa.
EliminarPor supuesto que participo, ya te deje mi dirección y la introducción, espero sea de vuestro agrado.
Suerte!!! soy seguidora vuestra desde ya.
Besos
Me encanta verde de nuevo. Es un bello relato, desde el sentir de aquel banco.
ResponderEliminarAbrazo grande!
Holaaaa Sara, a mi también me encanta verte de nuevo, y mucho más por aquí, en mi espacio, te eche mucho de menos.
EliminarGracias por haberlo disfrutado y en efecto, hay muchas sensaciones en torno a ese banco y a esas hojas que nunca dejaran de caer en mi corazón.
Un abrazo tan grande como tú.
Eres capaz de dar color hasta en una estación donde a mi parecer todo es triste y apagado, me encanto el relato, un besotee
ResponderEliminarHola Hermanita! en primer lugar quiero agradecerte tu perseverancia para poder comentar en mi blog, soy consciente del esfuerzo que te ha costado. Para mí es un inmenso placer que mis seguidores te conozcan, pues aunque me sigues siempre, cada minuto de mi vida, hoy sales a la luz para ellos. Gracias por estar aquí.
EliminarEn cuanto a tu comentario, solo decirte que ese color que hoy ves en mi relato, es el reflejo de la luz que tu aportas a mi vida.
PD; Para valorar la alegría y la luz, es necesario que exista la tristeza y la oscuridad.
Un triplemegabrazo superconcentrado
Hola Amparo, bonito texto. El otoño es una de las estaciones melancolicas, al menos para mí. Aunque según me voy haciendo mayor me va gustando más. Hay más colores y aunque los árboles se quedan desnudos, sé que en unos meses nacerán nuevas yemas con fuerza, que harán que se vea los árboles llenos de hojas verdes y más hermosos. Yo comparo al otoño con una larga enfermedad que dura tres meses, y después se cura y con ello llega el invierno con sus fríos y nieves, y después la vida, de nuevo nace la vida y se ve la naturaleza más bella.
ResponderEliminarOjalá en ese banco sólo se sienten hojas a descansar. Espero tardar a pesar de lo agradable qeu debe de ser la compañía.
Saludos
Hola Isa, gracias por visitarme y quedarte, coincidimos en que el otoño es una época aparentemente nostálgica, pero en realidad no es así. Me gusta tu comparación del otoño con una enfermedad, afortunadamente cada año tiene cura.
EliminarYo también espero tardar en disfrutar ese banco y esa compañía.
Saludos
Hola Muchachita adorable...
ResponderEliminarTu profunda inspiración, tu romántico concepto de la vida, la fluidez que llevan tus palabras en este relato hermoso, para nada son casuales, son las conversaciones que tu tienes contigo misma y que hoy vuelcas para solaz y alegría de nosotros, tus lectores, tus admiradores fieles que se ofrecerán, sin duda alguna, para cuidar de tu banco, entretanto ese banco te espera... y yo, que soy tu amigo y admirador me he puesto ya en esa tarea...
La verdad es que el tiempo de tu descanso ha sido fructífero, has regresado con las ansias de deleitarte y deleitarnos con la simpatía espontánea y tu manejo mágico de las palabras castellanas.
FELICITACIONES Y MUCHAS GRACIAS
Besos fuertes para ti...
Federico
Hola mi gran amigo poeta, me has dejado sin palabras con tu comentario, definitivamente tu aire de poeta se respira en tu lenguaje sin necesidad de conjugar palabras ni versos. Efectivamente comparto con vosotros mis pensamientos y forma de sentir, me alegro que os podáis sentir cómodos y quien sabe, tal vez nos veamos algún día en ese banco.
EliminarGracias a ti por estar aquí entre mis seguidores y por dejar tu inconfundible huella al pasar por mi lado.
Besos verdes
Que bueno estas de regreso!! Hermosa entrada!! Muy bien escrita!
ResponderEliminarun abraXo!
Hola Marilyn, gracias por darme la bienvenida, yo también me alegro de estar de nuevo por aquí y de volver a encontraros.
EliminarGracias por tu comentario, para mi es importante.
Un abraxo
Querida Amparo, ben tornata!
ResponderEliminarUn gusto verte de nuevo, creo que las has pasado bien y con fuerzas renovadas.
El recuerdo-sueño renovado desde ese banco y esa fuente nos transmiten tu sensibilidad y tu profundo cariño y sentido de familia.
Un abrazo fuerte.
Querida Genessis, que alegría el tenerte por aquí de nuevo, efectivamente recargue energías para lidiar todo el año con lo que haya de venir.
EliminarGracias por sacar de mi relato justo lo que me proponía transmitir, definitivamente me conoces mas de lo que pensaba.
Un abrazo enorme
Es bonito aunque me recuerda mucho al otoño y el invierno y eso no me mola tanto. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Lobezna, todas las estaciones son importantes, tanto para la vida como para nuestra propia vida, cada estación es una etapa que hay que superar y nos recuerda que nada es eterno, que habrá días fríos donde podamos sentir el sol de los recuerdos, y días cálidos donde a pesar de estar en compañía sintamos mucho frío.
EliminarSe trata de conjugar esas estaciones como nosotros necesitamos.
Un abrazo wapa
Gracias por tu bello paso en mi rincón. Un abrazo
ResponderEliminarHola Maria José, gracias por tu visita y por quedarte, fue un placer.
EliminarUn abrazo
Un banco vacío en el otoño de tus letras, precioso relato.
ResponderEliminarUn beso.
Hola María, precioso es tenerte aquí de nuevo, gracias por venir y compartir un ratito mi banco.
EliminarUn beso
Escribes precioso Amparo. Muy bueno. Me quedo también entre tus seguidor@s.Un besote :-)))
ResponderEliminarHola Maria Jose, gracias por tu apreciación sobre mi forma de escribir, y por supuesto gracias por quedarte entre mis seguidores.
EliminarTe devolveré la visita.
BEsos
Yo tengo un banco. Siempre que puedo regreso y él me recibe como aquella vez...
ResponderEliminarUn saludo, Amparo.
(También estuve unos días ausente.)
Hola Luna, eres afortunada por tener ese banco y poder disfrutarlo, regresar e irte cuando lo desees, todos tenemos uno reservado, pero allá donde está el mio, no hay camino de retorno, espero tardar en disfrutarlo.
EliminarGracias por volver a mis pensamientos.
Un saludo
Hola Amparo: he estado un tiempo perdida pero ya he vuelto y como siempre CHAPÓ con tus escritos, m eemociono.
ResponderEliminarYa he colgado el 1er RETO de este curso ¿ quieres participar ? es fácil ...nbo se pierde nada pero quizás te lleves unas sonrisas jajaj ...besitosssssss
Hola Ana Mª, la verdad que note tu ausencia, gracias por volver y valorar lo que has percibido de mi relato, se que te llegó.
EliminarParticipare en tu reto, aunque te diré que mi imaginación vuela más cuando parto de cero, que cuando tengo una base.
Participaré.
Besos
Un relato muy hermoso,Amparo.
ResponderEliminarBesos de luz.
Gracias Morgana, besos de luz también para ti
EliminarUn buen relato con un marco inmejorable: el otoño. Que ese banco nos espere muchos muchos años; aunque su placidez nos llame a gritos.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Un buen relato con un marco inmejorable: el otoño. Que ese banco nos espere muchos muchos años; aunque su placidez nos llame a gritos.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Así es que nos espere muchos años Teresa, aunque es confortable saber que nos espera, eso enmudece el miedo y deja puntos suspensivos para rellenar, lo cual quiere decir que continua la vida....
EliminarUn beso enorme
Hola AMPARO, es un relato precioso aunque no me quiera sentar en el banco, no por ahora,, me ha encantado tus letras, te felicito, un abrazo, feliz fin de semana. Lola.
ResponderEliminarGracias Lola, yo también espero tardar en sentarme en ese banco, aunque esa placidez nos llame a gritos como dice Teresa...
EliminarGracias por tus palabras, Besos
Amparo, que bueno que ya estés de regreso, y me encanta el relato que nos regalas en esta oportunidad.
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias por volver a mi espacio Soñadora, a mi me encanta volver a tenerte entre mis letras, es una gran oportunidad para mí.
EliminarUn abrazo