A pesar de aquel naufragio que les había
separado en tiempo y distancia, de aquella tormenta que había propiciado un
desencuentro inevitable, la grumete seguía con ganas de encontrar a su Capitán
en su día a día, pues sabía que su estancia en aquel corazón aún no había
finalizado, no olvidaba sus palabras, su historia, su mirada, ni esa luz en su
vida que se había colado como un hilo fino en su presente, llegando a lo más
profundo de miles de preguntas que morían levemente para volver a renacer.
Tal vez era cierto que la grumete tenía
una necesidad enorme de ayudar y acompañar a su Capitán, su mayor inquietud,
era no poder estar haciéndolo en este tramo que además de ser corto, era el más
difícil.
A menudo repasaba en su mente momentos que
la hacían participe de esa historia en común, y se preguntaba ¿Como se hace
inventario de toda una vida? Cuando el futuro aún no se cerró, ¿Como podemos
tener la capacidad de detener el tiempo, vivir y sentir de nuevo aquello que
nos hizo palpitar intensamente? De ahí la importancia del recuerdo, ¿Como
clasificar los buenos y malos momentos? Si todos fueron necesarios para llegar
hasta aquí. Tal vez para su Capitán, llegó el momento de recordar esos
instantes que le cortaron la respiración y fueron los más intensos que pudo vivir.
Tal vez en este tiempo el Capitán no hacia otra cosa, más que recordar.
A menudo no imaginaba, como algo tanto tan
intenso y bello como la vida, se puede resumir, sin embargo era consciente que
la vida en sí era un proceso para llegar a ese resumen, a esa esencia que nos
define, que da color a nuestra existencia, que nos hace importantes,
inolvidables, tal vez tan necesarios como nos sentimos para los demás.
Un resumen con tonos sepia, cuyo color el
recuerdo aún no ha disipado, con música tenue que penetra en nuestro corazón,
con pausas que nos permiten apreciar y deleitarnos en momentos únicos, con
tonos agudos que nos gritan que perdurará en el tiempo y la distancia, con
sonrisas difuminadas que siguen formando un nudo en nuestro pecho, con abrazos enlazados
que jamás se soltaran, con sueños compartidos que a pesar de no estar cumplidos
nos ayudan a caminar, con fragancias inconfundibles que siempre nos
embriagarán, sí, seguramente así sería el resumen de la vida de su Capitán, una
mezcla de sentimientos y sueños que recordar, donde la vida no muere, sino que
es el comienzo de toda una eternidad.
Sí, lo que ella recordaba de su Capitán, era
el resumen de esos momentos vividos que habían acelerado su pulso, que se habían hecho importantes en su vida, y en su historia, ella formaba parte de su
historia, al igual que esa gente importante que veía, cuando él le permitía
conocerlos a través de sus palabras.
La grumete no titubeó un momento para
abrir aquel diario y descubrir la esencia de sus páginas ensordecidas, que
indudablemente querían gritarle y la acercaban cada vez más al Capitán.
“Todas las rutas encontradas y las vidas
formando encrucijadas en el tiempo
para que coincidiéramos un día...
y ya estaban cumplidos esos siglos
que Dios, para acercarnos imponía”
el invisible rumbo del destino
me llevo a encontrarte, amiga mía.
Dos lágrimas aumentaban la humedad de
aquellas hojas que habían portado tantos sueños y deseos, tantos sentimientos
escondidos.
Al leer aquel diario, la grumete veía de
nuevo la sonrisa y la mirada sabia de su Capitán, florecían en ella los más
profundos deseos de volver a verle.
Pensaba en sus adentros que si esas
encrucijadas que la vida había tejido en el tiempo les habían unido una vez, ¿porqué
no, hacerlo de nuevo?
Si era cierto que esos siglos estaban
cumplidos, el invisible destino les acercaría de nuevo hasta reencontrarse.
Eran muchos los pensamientos que la
invadían y que poco a poco tras mirar a su alrededor se iban desvaneciendo del
mismo modo que el sol se escondía tímidamente, la grumete soltó el cuaderno y
camino hacia el frente hasta sentir el agua fría de aquella playa solitaria en
sus pies, miró a ese cielo que no la había dejado ni un instante y donde se
había reencontrado con su capitán durante todo este tiempo, aunque era difícil,
su esperanza seguía viva, volvió la vista a la isla y contemplo el presente que
asolaba su corazón estos últimos meses.
Se adentró en la isla para buscar víveres
y algún modo de salir de allí.
Ando varios kilómetros sin descanso y sin
recompensa, y decidió volver a por el diario del Capitán, tenía la
esperanza de devolvérselo algún día, en ella esa esperanza era lo único que no
se había extinguido por completo, y al regresar por una de esas rutas, tras una encrucijada de recuerdos, el Capitán estaba de espaldas, sentado en el suelo con aquel
diario en sus manos, desolado, porque pensaba que la había perdido, no tenía
que imaginar como se había sentido, la grumete había experimentado las mismas
sensaciones durante este tiempo.
-¡Capitán, capitán! - gritaba la grumete con entusiasmo.
Al
volver su mirada hacia atrás, el capitán no daba crédito a lo que veía, sus
ojos brillaban de emoción como empezaba a brillar la luz de aquel faro de
nuevo, un faro que había escondido su luz tras el naufragio y ahora hacia su
función, iluminar ese reencuentro.
El destino plasmado en aquellas letras los habían unido de nuevo,
aquel diario parecía ser mágico, como mágico era el interior de aquel Capitán,
al que a pesar de ser un completo extraño, sentía que conocía como a ella misma.
(Os dejo con la melodía de ese encuentro y reencuentro con mi Capitán)
Hola Amparo. Hacía tiempo que no entraba por aquí y no dejas de sorprenderme por tan buen hacer en tus letras. Me gusta muchísimo cuanto escribes pues hace que el lector te siga sin ningún tipo de esfuerzo.
ResponderEliminarTe felicito. Abrazos. Rosa.
Sí Rosa, hacía mucho tiempo que no escribía, hoy volví a conectar con vosotros y conmigo misma, yo también me sorprendo de no haber perdido a la persona que me considero. Gracias por seguir aquí, cerquita de mí.
EliminarBesos y gracias por tus felicitaciones.
Me encanta verte bordo de nuevo, querida Amparo, que se te echaba mucho en falta...ahora leo tu capítulo, muchos besos.
ResponderEliminarA mi también me.encanta estar por aquí entre vosotros que agitáis esas mariposas en mi interior dejando que vuelen a través de mis palabras.
EliminarNo se si te lo he dicho alguna vez Sara, pero te tengo un cariño especial.
Besos anisados amiga!!
Yo también a ti, Amparo. Eres una chica muy linda y tienes un corazón de oro, además de tu gran disposición para dar, para darte a los demás. Eres de un generoso increíble.
EliminarFuerte abrazo!
te he encontrado de casualidad.
ResponderEliminary me gusta lo que leo
un abrazo
Gracias y bienvenida a mi espacio
EliminarSigue manteniendo el interés, amiga. Me resulta de mucho gusto; por lo que sigo enrolado.
ResponderEliminarBeso
Gracias José, quizás llegaste en un momento donde no puedo estar 100% con vosotros, pero me alegra que hayas encontrado el camino
EliminarNossa entrei para dá uma olhadinha,e fiquei encantada,com sua palavras.
ResponderEliminarJá estou a seguir,voltarei mais vezes,beijinhos.
Gracias Nelma, yo también estoy encantada de tenerte aqui
EliminarQuerida Amparo,
ResponderEliminarextraño tu prolongada ausencia...
qué te ha pasado?
estás bien?
Echo de menos tus relatos siempre cautivantes, pero más a la persona que escribe. Danos una señal de cómo estás, ok?
Te mando un abrazo fuerte, fuerte con todo mi cariño.
Querida Genesis me lo impide el tiempo, las 24 horas se me van quedando cortas para todo lo que es mi vida diaria, de inmediato voy a explicártelo a tu blog.
EliminarYo también te echo de menos, besos
Gracias querida Amparo por tu respuesta. Te entiendo perfectamente.
EliminarQue sigas bien y feliz en lo que hagas o emprendas junto con los tuyos.
Abrazos bien cálidos y sabes que te quiero mucho,
eres una persona encantadora y una amiga muy gentil.
ResponderEliminarBuenos tardes¡¡ Amparo ¡Feliz Navidad!
Te deseo una FELIZ NAVIDAD
Que tengas un feliz día
Un abrazo en la distancia pero cercanía de los corazones.
- “Si piensas que en esta Navidad la pasarás sólo, no reniegues ni tampoco te sientas triste, mejor comparte con aquellas personas que están pasando la misma situación que tú. Recuerda que cuando sirves a los demás, estás viviendo realmente la Navidad.”
Querida Amparo, mi deseo para 2014, es que tengas toda la felicidad posible, así como todo lo necesario para que así sea, en compañia de los tuyos.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo inmenso!
Muy querida Amparo,
ResponderEliminarvengo a saludarte y desearte la mejor de las bendiciones para el 2014 que ya ha empezado.
Abrazo fuerte y mucha paz y amor para ti y los tuyos.
beautiful blog kisses albert
ResponderEliminar