Sexta cuerda ( EL AMOR)
Eran la cinco de la tarde, papá
estaría en la consulta del pueblo, yo me encontraba a escasas manzanas de allí,
sin embargo prefería charlar con Nana aunque se encontrara a tres kilómetros,
merecía la pena escoger el camino que me llevaría hasta ella. El reencuentro
con la naturaleza me hizo relajarme un poco, me sentía mucho mejor, las flores
estaban bellísimas, los pájaros revoloteaban sobre mi cabeza, el sol me miraba
fijamente a pesar de que mi vista evadía su luz tan penetrante, parecía que la
madre naturaleza se alegraba de mi regreso intentando darme la bienvenida.
Llegué a la puerta de la casa
arrastrando mi maleta, todo estaba intacto, hasta el mar, no me animaba a
saludarlo de cerca para que Nana no pudiese verme a través de la ventana,
quería darle una sorpresa, me encantaba sorprender a mi Nana, para mi era
difícil lograrlo, por eso cuando lo conseguía me encantaba disfrutarlo.
La situación era difícil, tenía que
escoger a quien vería primero, a Nana o a Niebla, ambas eran importantes para
mí, las dos estarían dispuestas a escucharme. Descartar a papá o al mar había
sido fácil pero ésta era una decisión más compleja. Analicé mis necesidades,
encontré que necesitaba consuelo, palabras que definieran mi estado, sin dudar
más entré en la casa, la puerta estaba entreabierta, dejé la maleta en el
recibidor y muy despacio emprendí la búsqueda de mi Nana por la casa.
Si hubiese llegado a las 12:00 de la
mañana estaría en la cocina, pero a las 5:30 de la tarde ¿dónde podría estar?.
Busqué en mi cabeza la lista de las tareas que solía hacer durante la jornada,
me alegré al descubrir que estaría arreglando mi cuarto, mi habitación era el
sitio perfecto para hablar con ella y lo mejor es que estábamos solas. Subí las
escaleras cuidadosamente procurando no hacer mucho ruido, me dirigí a mi
habitación cuya puerta estaba de par en par, allí estaba, de espaldas,
limpiando mi escritorio, me acerqué a ella por la espalda y le asesté un beso
en la cara a la vez que le di un abrazo por la espalda, su piel fina, tersa,
cálida, me recordaban sus ojos, sus palabras, todo lo que en conjunto me
aportaba, mi corazón se aceleró hasta tal punto que quería salirse de mi pecho,
mis ojos rompieron en llanto y mis piernas comenzaron a temblar.
Nana me abrazó tan fuerte como pudo
asegurándome que era su niña, me roció la cara de sus increíbles besos, para mí
eran tan importantes que me hicieron sentir mucho mejor, me guió de la mano
hasta el borde de la cama, ella también quería conversar conmigo.
-¿Cómo te ha ido? – me preguntó entusiasmada.
- Fatal Nana – Contesté derrumbada.
- A ver, ¿que te pasó mi niña?
- El viaje ha sido un desastre, bueno todo no, pero no me ha ido del
todo bien. He vivido experiencias nuevas, he conocido la ciudad, he subido en
avión y muchas cosas más, entre ellas he conocido el amor, tuve relaciones
sexuales con Javier.
Nana palideció sin demora alguna,
sabía que si me había pasado algo tan importante y mi ánimo estaba por los
suelos, no se trataría de nada bueno.
-¿Cómo? – estuviste con Javier y estás así, eso es lo mejor que te podía
haber pasado.
Yo estaba de acuerdo con Nana, aunque
no del todo, era evidente que no conocía los detalles, por eso me animé a
contárselo todo, para que tuviese una visión total de lo que estaba ocurriendo.
-Ocurrió anoche en la ciudad Nana, desde el primer día discutimos sobre
quien ocupaba el sofá a la hora de dormir, llegamos al acuerdo de que ninguno
sentiría su incomodidad, ambos dormíamos en la cama, separados claro, él en una
punta y yo en la otra, algunas noches charlábamos antes de dormirnos, otras
veces leía uno de sus libros mientras yo le observaba, después se quedaba
rendido. A mí me costaba conciliar el sueño, extrañaba la cama, así que optaba
por observarle, corroboraba lo que sentía hacia él, cada día le deseaba más,
estuve varias veces a punto de confesárselo todo pero no pude. Recordaba tu
cuento a menudo pero era incapaz de hacerlo, algo extraño me retenía
despojándome de lo que quería hacer. Anoche cuando salí del baño, él estaba de
espaldas junto a la puerta, en ese momento no sabía lo que hacía allí parado,
ahora entiendo que me estaba esperando. Me puse tan nerviosa como pude, me
dirigí al armario a colgar la ropa que me había quitado y por fortuna o por
desgracia los tejanos cayeron al suelo, cuando me agaché a recogerlos Javier me
alcanzó cogiéndome la mano. Nana lo que sentía era tan especial, tan poco
común, tan fuerte, que me dejé llevar por la emoción que sentía. Nos levantamos
sin dejar de mirarnos a los ojos, nos besamos. Primero fue algo fugaz, leve,
pero apenas retiramos los labios uno del otro sentimos la urgencia de volver a
besarnos sin reservas, sin miedos, sin barreras. Javier me guió hasta la cama y
nos entregamos libre y voluntariamente, fue muy importante para mí, nunca había
experimentado algo así, jamás me había imaginado lo que era culminar el amor,
nos amaneció sin ni siquiera haber pegado ojo, me sentía la mujer más
afortunada del mundo, había estado toda la noche con el hombre del que ahora
estaba segura de amar. Me sentía dichosa y lo hubiese seguido sintiendo de no
ser por la reacción de Javier.
-¿Cuál reacción? – me preguntó mi Nana.
Desde aquel momento no ha vuelto a
dirigirme la palabra, se comporta como si no me conociese, como si en el fondo
estuviese arrepentido, como si nuestro encuentro lo hubiese decepcionado, no sé
que hacer, si para él ha sido pasajero, un escape, una salida, para mí ha sido
inolvidable, él ha sido el responsable de que mis sentimientos se afianzaran,
me ha cambiado la vida por completo.
Era incapaz de seguir hablando con
Nana, el llanto no me dejaba expresarle todo lo que yo hubiese deseado, pero
Nana era tan especial para mí que solo con lo que le había dicho sabía como me
sentía, sabía que no paraba de darle vueltas y más vueltas a lo mismo.
-¿Dónde está? – me preguntó antes de dar su sentencia final.
-Se fue a lo de su padre, creo que no volverá nunca.
-Seguro que vuelve mucho antes de lo que imaginas – me contestó confiada
– mi niña, yo pienso que Javier está tan enamorado de ti como tú lo estás de
él, pero está asustado. Debes entenderle como tantas otras veces lo has hecho,
yo sé que al ser tú la afectada será bastante difícil pero eres inteligente.
Debe pensar que lo que hizo no tiene perdón de Dios, es el primer encuentro que
tiene con una mujer desde que le falta Carla, en su memoria sigue viva y ha
traicionado contigo su recuerdo, nada más y nada menos que con una mujer que
por casualidad es su prima. En una ocasión te dije que el amor está por encima
de muchas cosas, claro, si es verdadero. Por encima de las habladurías, de la
oposición de tu padre, de los parentescos, si es tan fuerte como yo pienso,
podréis salvar cualquier obstáculo que encontréis en el camino. Acaba de
tropezar con el recuerdo de Carla, si de verdad siente amor por ti deberá
saltar el obstáculo sin que tenga opción a aparecerse más en vuestro camino,
intento entenderos a los dos, pero quizás un poco más a Javier, aún no ha
superado el estar solo, libre, sin ningún tipo de ataduras, ni siquiera los
recuerdos, justo cuando se está dando cuenta que nada lo une a ella, le da
miedo, se culpa de estar olvidando a la mujer con quien tanto ha compartido.
El que esté asustado, avergonzado, no
significa que no sienta nada por ti, es bastante lógico que necesite tomarse su
tiempo, supongo que debe organizar sus sentimientos, debe aprender a poner en
su sitio lo que siente por ti como mujer y para eso, primero debe desplazar
bastante lo que sentía por ella.
El tiempo me dará la razón, en cuanto
a ti, no te comas la cabeza pensando tonterías, si es cierto que no te quiere
tendrás tiempo de lamentarte de que no vuelva a tu lado, mientras tanto no
pierdas el tiempo en eso, regocíjate y paladea en estos nuevos sentimientos
hacia él que en ti están naciendo, refuérzalos para cuando regrese a buscarte.
Mi Nana se veía tan convencida que
por un momento me lo creí, pensé que quizás tendría razón en lo que decía, al
fin y al cabo por esperar no perdería nada, solamente tiempo y ahora me sobraba
ya que mi vida sin él carecía de sentido alguno.
Pasaron los días tras mi regreso a
casa, la ausencia de Javier en mi vida se notaba tanto que de no ser por Nana,
la casa permanecía vacía. Estaba muy pendiente de mí, desde que me levantaba
hasta que decidía acostarme tenía que ofrecerle diariamente un informe
detallado de lo que hacía, donde había estado, con quién, ella quería controlar
mi estado de ánimo, fijó una hora diaria para charlar conmigo, lo cuál la
obligaba a organizar mejor su tiempo para realizar su trabajo en la casa,
estaba encantada de que me mimara tanto, sabía que si Nana hubiese tenido la
oportunidad de ser mi madre, no lo hubiese hecho mejor de lo que ya lo estaba
haciendo.
La primera semana de mi regreso
intenté disfrutar a Niebla y a papá, quería recuperar el tiempo que estuve
fuera. La segunda semana la dediqué sólo y exclusivamente a disipar mis
necesidades, trataba de buscar el cariño que Javier no me ofrecía en la
importancia de todas las cosas vivas para mí, desde un mosquito, hasta un árbol.
La tercera semana fue la más difícil
para mí, la lejanía de Javier me pesaba como si tuviese encima un elefante,
cada vez veía menos posibilidades de un acercamiento entre él y yo, cada vez
confiaba menos en su regreso y por lo tanto en las palabras de Nana.
A pesar de que lo extrañaba a cada
paso no podía borrar de mi mente la imagen de la última noche en la ciudad, mis
ojos, mi corazón, mi piel se negaban a renunciar a ese recuerdo, a pesar de que
estaba rodeada de cariño me sentía sola, dolida y confundida.
Javier había renunciado a mí, a la
posibilidad de rehacer su vida conmigo, prefería encontrar la última cuerda de
su guitarra solo.
Yo debía agradecerle el haber estado
a su lado, haber compartido con él el triunfo de haber encontrado el resto de las
cuerdas, sin él no me valía de nada, estaba dispuesta a entregar mi alma al
diablo.
Pasé una semana mirando por la
ventana al levantarme y antes de acostarme, tenía la esperanza de que una ola
me lo devolviese, buscaba en las estrellas algún dibujo que me ofreciese una
respuesta. Veía cada mañana salir el sol con la esperanza de que volviese en el
nuevo día que ante mis ojos comenzaba. Ni una señal, ni una repuesta, ni un
motivo para ilusionarme, nada ni nadie me lo devolvería, desde nuestra llegada
no había tenido noticias suyas, supongo que él tampoco se había preocupado de
mí.
Era domingo, el sol salió con más
prisa que de costumbre, como si tuviese ansiedad por comenzar el día, era pleno
verano, su calor intenso atravesaba mi piel quemándome las extremidades que
permanecían al aire libre, desayuné lo más ligera que pude y sin esperar a papá
pedí a Nana que me preparar el picnic, pensaba disfrutar de un día de campo al
aire libre, me apetecía hacer algo distinto, al principio de mi idea decidí
llevarme a Niebla, no sabía donde ir, el calor era asfixiante, de modo que
descarté la idea de llevarla conmigo, preferí que la sombra de la cuadra
protagonizara su día.
Cogí mi mochila con algo para picar y
emprendí mi marcha a pie hasta donde mi intuición me llevase, bordeé un poco la
playa dejando que las olas del mar acariciasen mis pies desnudos, portaba las
zapatillas en la mano y mi mochila al hombro, a pesar de que llevaba manga y
pantalón corto me sobraba toda la ropa, el calor se hacía notar más a medida
que el día avanzaba su marcha, mi intuición tomó el camino que conducía al
manantial, bastante ajena a donde me dirigía caminaba a pie descalzo por las
diferentes texturas de todo lo que mis pies encontraban a mi paso, arena,
retamas, césped, piedras…….
Dos grandes rocas lo cortejaban como
si fuese un palacio, en realidad para mí lo era.
El cansancio me obligó a escogerlo
como un merendero, después continuaría mi marcha hacia ninguna parte, el calor
fue el culpable de que me apeteciese darme un baño en el agua dulce y fría del
manantial, miré varias veces a ambos lados cerciorándome de que estaba sola, me
despojé de la ropa que cada vez me pesaba más y me metí en el agua de un salto.
Si desde fuera era el sitio ideal, desde dentro todo su esplendor se acentuaba,
nadé como una loca.
Después de haber quedado atrapada en
la lancha de papá no lo había vuelto a olvidar y si lo había hecho, creo que lo
recordé de inmediato.
Maximicé en mi retina cada detalle
que el paisaje me ofrecía, sentí el agua fría sobre mi piel ardiendo como si se
tratase de un choque entre el sol y la luna, sumergí varias veces la cabeza
debajo del agua dejando que ésta me recorriera la cara como si de lágrimas se
tratase. Para mí el agua y el llanto eran muy similares, las dos eran líquidas,
trasparentes, frías o cálidas según el momento, dulces o saladas dependiendo
del punto de partida, ambas también desconocían el punto de destino. Quedé un
rato flotando en el agua como si mi corazón se hubiese parado, como una boya en
el mar, como un corcho en un vaso de vino. Por sorpresa sentí como me besaban
en la frente, abrí los ojos sobresaltada, era Javier.
¿Cómo me había encontrado?, ni yo
misma sabía donde dirigirme, Nana tenía razón, había vuelto. No pude disimular
la alegría de su regreso, me enganché a su cuello sin pensar que estaba desnuda
bajo el agua.
Habría vuelto por mí, parecía que
todas sus dudas y temores estaban aclarados, sin duda me quería, si no fuese
así no estaría en el agua rozando su cuerpo con el mío.
Teníamos mil cosas de que hablar, en
el agua era imposible, podríamos sentirnos invadidos por la tentación, había
que aclarar demasiadas cosas, salimos de la mano buscando la ropa que habíamos
tirado al suelo, buscamos la roca más cómoda y comencé a bombardearle con mis
preguntas.
-¿Qué sientes por mí?
-Te quiero, te quiero como nunca pensé que podía volver a hacerlo, te
quiero con diferencia a lo que debería sentir por mi prima, te quiero sin
reservas, sin miedos, sin recuerdos, sin remordimientos, sin culpa. Te quiero con ganas de sentir y dejar fluir esto que llevo dentro.
-¿Desde cuándo lo sientes?
- Desde el principio, desde que me bajé del taxi a mi regreso pude verte
como lo que eres, una mujer atractiva, sensual, encantadora, todo este tiempo
estuve confundido, precisamente por eso tenía que esconder el impacto que me
habías causado. Apenas hacía dos meses de la muerte de Carla, después, con el
tiempo, tu compañía, tu carácter comprensivo, me fueron ayudando a comprender
que eres lo que yo necesito, que me puedes aportar lo que he perdido, que a tu
lado puedo lograrlo, junto a ti encontré la sexta y última cuerda de mi famosa guitarra.
- No Javier, solo has encontrado cinco.
- Eso era antes, ahora acabo de encontrar la sexta, EL AMOR, que si tú me dejas me gustaría compartir contigo durante el resto de mi vida,
estoy preparado para crear todas las melodías posibles a tu lado, junto a ti.
Logró dejarme muda.
-¿Por qué necesitabas tiempo?, ¿estabas arrepentido?
- Al contrario, el haber dado rienda suelta a mi pasión aquella noche
fue el trampolín que me lanzó a tu amor, deseaba hacerlo hace algún tiempo pero
no me había atrevido, tu posible respuesta me llenaba de dudas. Lo que me
ocurrió fue que me di cuenta que todo lo que sentía por ella, todos mis
recuerdos y los momentos que habíamos vivido se estaban desvaneciendo, estaban
siendo ocupados por tu presencia constante en mi mente, por lo que sentía por
ti, por el momento que acababa de vivir a tu lado, de ella no quedaba ni
rastro, me sentía el ser más repugnante de la tierra.
Carla me había dicho en su carta que
no tuviese miedo a enamorarme, creía que eso jamás sería posible, pero aquella noche afirmé que estaba enamorado de ti. Es increíble como te has metido en mi vida, en mis sueños.
-Si no quedaba rastro de Carla aquella noche en ti, ¿Por qué fuiste al
cementerio cuando regresábamos?
- Solo necesitaba despedirme de ella, pedirle perdón por haberla
olvidado tan pronto, agradecerle que me brindase su compañía y su cariño antes
de morir, cuando ella escribió la carta deseaba que yo fuese feliz, tenía que
darle las gracias a mi modo, pedirle que desde donde quiera que se encontrase,
me deseara lo mejor, que velara por lo que siento por ti. Sé que de algún modo ella me empujó para volver al pueblo, ¿te das cuenta Laura? ella te puso en mi camino, para que yo volviese a tener ganas de vivir. No me importa si no
estás de acuerdo, no me importa si me equivoqué en todo, lo único que me
importa eres tú.
- ¿En qué pensabas mientras estabas entre mis brazos?
- En nuestro posible futuro, en ti, en el tiempo que había perdido
decidiendo si te besaría o no, en la sensación de plenitud que me quedaba al
darte cada beso, al ofrecerte cada caricia, pensando como sería el resto de
nuestros días juntos.
Mis ojos no podían estar más jugosos, parecían la jarra de papá cuando mi Nana la sacaba del congelador. !Mi Nana! nuevamente tenía razón, Javier había vuelto a mi vida, y había vuelto a por mí.
- ¿Cómo sabías que estaría en el manantial?
- Fue muy fácil, fui a casa a buscarte, Nana me dijo que no sabía donde
habías ido pero que estarías todo el día. Fui a la cuadra y pregunte a Niebla,
supe que ella conocía tu destino desde el primer momento pero como no podía
explicármelo decidí que me trajese ella misma, le coloqué la silla que había en
el suelo y sólo tuve que montarla, el resto fue responsabilidad directa de
Niebla. Te conoce bastante, por el camino fue oliendo el perfume de tu cuerpo,
olía tu rastro, como si de una pista se tratase, lo único que no logro entender
en su actitud es que no atravesó la colina, me trajo todo el camino bordeando
la costa, chapoteando en el agua.
Yo me reí mirando a Niebla con
complicidad, en efecto me conocía más de lo que yo pensaba, había llevado a
cabo los mismos movimientos que yo, había leído mi mente y allí estaba, tumbada
en el borde del manantial, a la sombra del roble izquierdo, ajena tal vez a la
felicidad que me había devuelto. La respuesta que había estado esperando semana
tras semana del aire, de las estrellas, de las olas, me la había traído ella,
mi potranca predilecta, aunque no podía hablar yo sé que se alegraba de mi
reencuentro con Javier.
La hora del almuerzo se había pasado
sin acordarnos de probar bocado, la mochila que Nana había preparado volvía
intacta, excepto una botella de agua, la conversación que mantuvimos nos dejó
el paladar seco. Javier y yo regresamos a casa subidos en Niebla, él iba en la
silla y yo a horcajadas en la grupa del animal, en ningún momento del camino
solté su cintura, mis brazos la rodeaban, estaba recuperando el tiempo que
había perdido. Volvimos por la colina para ahorrar tiempo ya que si bordeábamos
la costa el camino sería más largo, Javier no sabía por donde volver a casa
pero a Niebla no le hacía falta que nadie la guiara, su intuición nos llevaba de
regreso a la casa sin necesidad de que Javier tocase una sola rienda.
Apenas podía creerme lo que había
sucedido, mi primo me había confesado mirándome a los ojos que me quería, para
mí sobrepasaba cualquier pensamiento idealizado. A medida que íbamos avanzando
nos daba la sensación que el camino había menguado, en un abrir y cerrar de
ojos estábamos en casa.
Javier me ayudó a bajar de Niebla
cuando él había tocado ya tierra, ambos, con los pies vacilando entramos en
casa para dar la noticia. Papá no había llegado aún de la consulta, Nana ya
sabía lo que íbamos a decirle, mis ojos lo delataban, nos abrazó estrechándonos
entre sus brazos, a Javier con el izquierdo, a mí con el derecho, yo estaba a
la vez abrazando a Javier y él a mí, parecíamos una piña que nadie podría
vencer, ni siquiera la oposición de papá. Nana nos dejó ver su apoyo
incondicional, nos deseó lo mejor, ella era feliz con el simple hecho de
nuestro bienestar.
Salimos de casa bastante ilusionados,
Nana nos había dado su aprobación, para mí era como si mi madre estuviese de
acuerdo.
Nos dirigimos a casa del papá de
Javier, ya que para él era importante también su opinión, estaba increíblemente
más recuperado, desde que contaba con el apoyo de su hijo Javier estaba
superando su problema con el alcohol aunque a Javier le hubiese gustado que
todo avanzase más deprisa en su desintoxicación. Tras darnos su aprobación,
besó a Javier deseándole lo mejor. Nos dirigimos al pueblo, no queríamos que
papá se enterase por nadie, nosotros queríamos ser los primeros en darle la
noticia, papá no había visto a Javier desde nuestro regreso de la ciudad.
-Andas muy perdido Javier – le confesó tras asestarle un fuerte abrazo.
- Que va Fran, precisamente acabo de encontrarme, de tener claro quien
soy y lo que quiero.
Yo los miraba extrañada, nunca había
oído a Javier hablar así con papá, sobre todo nunca lo llamaba Fran, siempre le
decía tío, supongo que en esta vez no sería bueno recordarle que éramos de la
familia. Estaba a punto de pedirle su consentimiento para amarnos libremente.
Javier prosiguió poniendo a papá al tanto del objetivo que nos llevó a la
consulta. Cada una de las palabras que pronunciaba, sus labios temblaban con
más intensidad. Papá se lo notó.
-¿Qué pasa Javier?, ¿tenéis malas noticias?
- No, al contrario, son buenísimas, Laura y yo, yo y Laura, bueno en
realidad…
Se vio obligado a realizar una pausa
para recuperar el valor que estaba perdiendo y sin más, lo soltó.
-Nosotros nos queremos.
Papá sonrió ligeramente.
-Supongo que mucho, habéis compartido vuestra infancia, vuestra
adolescencia, soy cómplice directo de algunas de las travesuras que
realizabais, es cierto, desde tu regreso estáis más unidos, supongo que eso de
que la sangre llama será cierto.
Papá se lo estaba poniendo demasiado
difícil, acababa de recordarle nuestro grado de afinidad, tuve que ayudar a
Javier porque el sudor estaba apareciendo en su frente a consecuencia de sus
nervios.
-No papá, lo que Javier quiere decir es que nos amamos.
Papá quedó tan pálido como yo había
imaginado, levantó la mirada hacia Javier, lo notaba más débil que a mí, como
si quisiera intimidarle, luego la desvió hacía mí como cuando intentaba
imponerme sus normas.
Cogí a Javier de la mano y proseguí
exponiéndole a papá el motivo de nuestra visita.
- Sabemos que somos primos, sé lo que piensas sobre unir dos especies de
la misma sangre. A nosotros que somos los afectados directos de esta historia
no nos importa la lógica de la genética, en cuanto a ti papá, estás en tú
derecho de pensar lo que quieras, comprendo que estés en desacuerdo con
nosotros, no pretendemos convencerte de nada, solo queremos informarte de lo
que cada vez es más evidente para nosotros, nos queremos y vamos a luchar por
esto que sentimos, con tú apoyo o sin el.
Me acerqué a papá para darle un beso
en la mejilla, parecía una estatua de cera, creo que mis palabras retumbaban
aún en su cabeza testaruda, hubiese preferido que me gritara, que descargase su
coraje y su impotencia conmigo, sin embargo su silencio me dolía más que si me
hubiese mostrado su desacuerdo.
La semana que viene, Capítulo X
¡Precioso querida Amparo!. Un relato extraordinario, que he leído sin detenimiento.
ResponderEliminarTe felicito por tan maravillosa novela. Espero el próximo capítulo.
Besos. Rosa.
Muchísimas gracias Rosa, preciosas tus palabras que siempre llegan las primeras y logran sacar mi mejor sonrisa mientras mi corazón se escapa.
EliminarTendrás el próximo capitulo.
Besos, Amparo
Grandilocuente y muy descriptiva novela. Me recordaste a Corín Tellado.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Mi querida Sara veo que llegas de las primeras esta vez, para que tu comentario no se esfume, tranquila se que están ahí aunque a veces no los vea. Gracias por tu comparación con Corín Tellado, yo también las leía a escondidas, eran de mi abuela, ja, ja
EliminarUn fuerte abrazo y hasta el próximo capítulo
Que bien nos ha trasladado el influjo de la naturaleza en las sensaciones es realmente magistral.
ResponderEliminarBesos.
Querido André que bueno que aprecies esas sensaciones, son las que componen la vida de Laura, veo que te acercas a ella y a su forma de ver la vida.
EliminarBesos
Maravilloso Amparo. La sabiduría de Nana, el instinto de Niebla.... precioso. :)
ResponderEliminarEncontró la sexta cuerda, pero.. falta acabar y tocar la melodía ;)
A ver que pasa con Fran, esperando el próximo capitulo ;) Un abrazo.
Gracias Oscar, Nana es de valor incalculable, de su vida privada no habla, pero cuando se trata de dar consejos no tiene escasez de palabra y da siempre en la diana.
EliminarEn efecto tiene su guitarra al completo, ahora tiene que tocar y que la melodía no desafine, sino que le enganche y le acaricie de tal modo, que quiera más y más...
Hasta el próximo capítulo
Un abrazo y gracias por tus palabras, Amparo
Querida Amparo este capitulo, igual a los otros, excelente, Laura acompañada de la sabiduria y amor de Nana, el instinto de Niebla y finalmente la declaración de amor de Javier
ResponderEliminarEstare esperando el próximo capitulo
Un abrazo
Mi fiel Lapislazuli, gracias por disfrutarlo tanto o más que los anteriores. Laura está ahora en un punto de su vida que no se puede comparar a nada de lo anteriormente vivido, no puede pedir más, mucho me temo que lo que opine su padre es lo que menos le va a importar.
EliminarHasta el próximo capitulo. Un abrazo
Hola Amparo, quiero que sepas que te sigo y te leo, pero no consigo acabar los capítulos, son muy largos, y mi tiempo muy corto. Pero que sepas, que lo que leo, me gusta, y si no te comento mas, échale la culpa al que invento el tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno Jorge, encantada de volver a tenerte entre mis comentarios, lamento que te falte ese tiempo que a veces nos engulle y no puedas acabar mis capítulos, pero se que los disfrutas y que ansias volver aunque no puedas así que con eso me vale, seguiré leyendo tus comentarios aunque a veces no aparezcan.
EliminarUn abrazo
Un capitulo estupendo.
ResponderEliminarEsperando saber mas
besos
Gracias Anna, me alegro que te haya gustado, supongo que ya te has puesto al día.
EliminarTendrás el próximo el viernes que viene.
Besos
Excelente capítulo.. antes creí que ellos serían primos en segundo grado..pero, el que sean primos directos, es decir primos de sangre..pues mmm. lo veo algo complicado..aunque estoy de acuerdo que cuando el amor es verdadero no hay imposibles.
ResponderEliminarBuen fín de semana Amparo
Besitos.
Gracias Diazul, son primos directos, complicado ante los ojos de su padre que es de mentalidad atrasada, pero como tu dices, cuando el amor es fuerte y sincero puede con todo, así que yo también espero que esa rana pueda atravesar todo ese fango que pueda poner su padre y al fin disfrutar su vida junto a Javier, se lo merecen no crees??
EliminarBuena semana a ti también
Besos
Bienvenido fruto do espiritu, las puertas estarán abiertas siempre que quieras volver.
ResponderEliminarVisitaré tu espacio.
Un saludo
Y me voy a quedar así???????????? ohhhh nooooooooo jajajajajajaj que dirá el padre ainsssss no es por nada Amparo pero que suspensooooo...... besitos linda ;) ^.^
ResponderEliminarpd. esperaré, esperaré ayshhhhh jajajajaja
Lo siento Patty, tengo que tener garantía de que vuelvas, ja ja , es broma, se que cuento contigo amiga.
EliminarLa emoción es lo que estimula el camino no??? pues disfrutemos de cada paso.
Un besazo
Cara Amparo
ResponderEliminarAntes que nada te felicito por los 100 seguidores internautas que siguen tu blog. Bueno la que completa el cien, soy yo, y desde que te conocí no he parado de seguirte. Me parece que eres una persona estupenda con muchísimos valores y talento para escribir y que lo disfrutas haciéndolo y eso contagia. ¡Adelante!!
El capítulo de tu novela, como siempre lo disfruté con las situaciones y los detalles que van surgiendo hasta llegar al momento del verdadero amor de Javier y Laura.
A la espera del siguiente....
Te mando un abrazote fuerte
y buen domingo
Gracias por formar parte de esas 100 luces querida Genessis.
EliminarGracias por todo aquello que ves en mí, sin duda alguna es reflejo de lo que transmites, en cuanto al disfrute, si es cierto que disfruto escribiendo, y se que también tu lo haces al leer. Gracias por permanecer aquí, a mi lado, cerquita de mi y de mis palabras.
Esperemos pues el siguiente juntas, como hasta ahora.
Un abrazo enorme
Hola Amparo que bello escribes que historia atrapante y cual sera el final????de esta hermosa historia un beso enorme
ResponderEliminarGracias Melina por venir y por disfrutar de mis palabras, el final lo conoceremos pronto, espero sea de vuestro agrado.
EliminarUn beso enorme
hola Amparo
ResponderEliminarmuy linda historia, me acompañó en esta mañana gris de invierno.
mis saludos desde Montevideo
Hola Romina, bienvenida a mi espacio, me alegro haber puesto una pizca de optimismo al día gris que comenzaste, supiste buscarle el color y eso es lo que cuenta, la actitud.
EliminarSaludos desde Jaén
que historia tan interesante, me gusta ;)
ResponderEliminarHola Emmanuel, gracias por venir a mi humilde morada, me alegro de que te guste y espero que haya sido hasta tal punto de que repitas.
EliminarSaludos desde Jaén
De nuevo aqui para saborear el amor en tus palabras y los sentimientos que ofrecen tus expresiones, con las cuales se va completando una historia digna de seguir.
ResponderEliminarbesos.
Bueno Paco, veo que tuviste la urgencia de repetir rápidamente, aunque pasaste de capitulo, la historia, los sentimientos y la ilusión es la misma.
EliminarGracias por ver todas esas cualidades hermosas en mí, al final terminare por creérmelo, ja ja, si es que cuando algo se hace con el corazón no puede estar mal hecho.
Gracias por seguirme
Besos desde Jaén
Para mi es una satisfacción llegar y encontrar palabras y sentimientos de los que se puede aprender. Nadie sabe lo suficiente para no enriquecerse de los sentimientos que se expresan cuando se habla de naturaleza, de amor, de alegría y de humanidad. Escribirte un comentario es dar cuanto tu has entregado en tus letras, así que me alegro de llegar y ver cuanto escribes; y por supuesto, gracias siempre por tu visita en mi blog.
Eliminarun beso desde Nueva carteya- Cordoba.
Satisfacción la mía al comprobar que lo que me araña por dentro y es expresado con palabras, gusta y hay gente que se siente identificada, para mí es un placer compartirlo con vosotros, es otra oportunidad para volver a vivir esas sensaciones que me marcaron o esas ilusiones que siguen siendo mi objetivo permanente.
EliminarGracias por tus sinceros comentarios, me estimulan a continuar en este camino, gracias por tu amistad.
Besos desde Jaén
Luego de las dudas, las certezas.
ResponderEliminarAhora, qué dirá Fran?!
Saludos, Amparo.
Si es que tras la tormenta siempre sale el sol Luna, veremos a ver la que se aproxima ahora con Fran, y esta no depende de ellos.
EliminarSaludos desde Jaén
Gracias Amparo por tu visita y por tus amables palabras.Llego tarde a esta novela, pero lo hago justo cuando el amor va dejando huellas. Muy romántico el capítulo, buscare momentos para ponerme al día.
ResponderEliminarNos separa muy pocos kilómetros, pero me da que eso tú ya lo sabías.
Un beso.
Bienvenida San, gracias por tu visita, Quien dijo que llegas tarde??? llegas en el mejor momento, además puedes ponerte al día en los capítulos anteriores, solo es cuestión de un poco de tiempo.
EliminarNo sé de donde eres, pero los kilómetros no tienen importancia cuando sientes a la gente tan cerca.
Besos desde Jaén y aunque no se a donde tengo que dirigirlos, seguro que los cojerás
hola Amparo,
ResponderEliminaruuff, qué paso tan impotante dió la chica, ya me imagino que el amor de ella hacia Javier es muy fuerte para tomar tan gran decisión. Nana también fue su consejera de almohada. Ojalá que Javier quiera continuar con ella.
Espero el próximo capítulo. Veamos que ocurrirá!
un abrazo fuerte^^
Hola Rebecca, la verdad que dio un paso enorme al entregarse a Javier, tan grande como el que dio el lanzándose a lo que sentía por ella, lo que sienten es demasiado fuerte como para negarse a ello.
EliminarNana es una pieza clave en la vida de Laura, es esa red que siempre la coge cuando cae.
Te espero en el próximo capítulo.
Un abrazo fuerte
Muy emotivo el capítulo mi niña, has llevado a Laura desde la feliciadad, tristeza, esperanza, desesperanza y una serie de situaciones que al final vuelve al inicio, la felicidad y en Javier, el aceptar que el pasado es eso, pasado y debe seguir caminando al lado de la chica a quien ama y es correspondido.
ResponderEliminarLa nana, un encanto, siempre lo son :) y la hermosa yegüa, solo ellos saben como hacerlo.
Muy bello linda, eres excelente en lo que haces.
Felicidades por lo bien que va tu blog, por los seguidores que tienes y por lo encantadora que eres.
Besos Amparo
Hola Ame, la verdad es que Laura a pasado por todas las emociones e ilusiones posibles y está en el principio, llevas razón.
EliminarGracias por tu valoración sobre mi forma de escribir, el deseo de todo escritor es que sus lectores queden satisfechos y disfruten tras sus pensamientos.
Y gracias por formar parte de mis seguidores, para mí es un privilegio tenerte entre ellos.
Besos Ame
Hola!!, te escribo desde el blog literario
ResponderEliminarLa Biblioteca de la Morgue,
un blog en el que podrás encontrar reseñas literarias, críticas de películas, concursos y muchas secciones más, ¿Te unes?. Yo te sigo desde ya.Me ha encantado tu espacio, Espero que te guste el mio :)
¡Nos leemos!
Bisous
La Biblioteca de la Morgue
Hola!! por supuesto que iré a visitar tu espacio, ya vi que te quedaste en el mio, gracias por formar parte de mis seguidores, nos leemos!!
EliminarBesos, Amparo
Me has llevado como observadora que no se perdía una, aunque veo que está muy avanzada la novela.
ResponderEliminarNo sé si podré ponerme al día, sois muchos a leer y el tiempo tampoco da para tanto.
Lo intentaré!!!
Gracias por tu huella, así he podido conocerte.
Saludos
Pues te dedico una sonrisa y te digo "gracias" por disfrutar a mi lado, por formar parte de mi espacio desde ya aunque aún no te hayas quedado y por tu actitud positiva para recuperar el tiempo perdido y no haberme conocido antes.
EliminarEncantada de conocerte, Amparo
Amparo, sigue escribiendo como lo haces, transmites siempre los relatos de la manera que nos enganchan.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias María, estoy empezando a creer que el merito es del lector, no del que escribe, me miráis con buenos ojos. Aún así estoy encantada de que estés enganchada.
EliminarMiles de besos
Escribes con descripciòn y hace que cada linea nos haga sentirnos màs unido a la historia. Enhorabuena
ResponderEliminarun abrazo
fus
Gracias Fus, todo relato tiene que contar con descripción, es la única forma de que el lector pueda sentirse en el lugar de los protagonistas sin desplazarse de la lectura. Estáis unidos a cada linea, sois protagonistas directos de mis relatos, sois mis lectores, para mí, los mejores.
EliminarUn abrazo, Amparo
Precioso y descriptivo capitulo! Espero ansiosamente el proximo!!
ResponderEliminarUn abraXo
Es un inmenso placer verte de nuevo por aquí, Marilyn, gracias por tu valoración sobre mi capitulo, yo espero ansiosa también, ja ja.
EliminarUn abrazo enorme
Mi muy querida y admirada Amparo:
ResponderEliminarNo se si has leído aun mi comentario anterior que hoy mismo escribi en otro de los capítulos de esta tan deliciosa novela como tu misma lo eres... y tanto que recién te conozco y realmente no se si llamarte Amparo o Laura... pero bueno, la novela es realmente atrapante y su autora es una mujer exquisita, vuelvo a felicitarte y espero que cuando leas el otro comentario te agrade el pequeño poema que allí te he dedicado y muchas gracias por tu comentario en mi poema "Desconsuelo".
Un cariñoso beso, un fuerte abrazo de este anciano poeta que pronto cumplirá sus primeros ochenta años... Gracias...!
Federico
Mi querido Federico, ya leí tus dos comentarios, gracias por engancharte a mi novela y por admirar mi forma de sentir, ya que soy un mucho de Laura, yo la cree con mucha semejanza a mí, a mis deseos y mi forma de sentir y valorar las cosas que tenemos, tienes razón cuando dices que soy un poco de ella, y gracias a ella me conoces un poco más a mi, me alegro que las dos puedan transmitirte.
EliminarPor supuesto que me agradó tu poema, me quito el sombrero, eres un poeta DELICIOSO.
Un beso fuerte que estoy segura ya ha llegado a Argentina.
Gracias por estar aquí, enredado entre mis letras.
Mi querida nueva amiga:
ResponderEliminarBueno. Llegamos a lo que me intrigaba: ¿Como se lo dirían al padre de ella? Duda subsanada. Pero ahora me dejas en ascuas con lo que va a contestar ¡Eso no se hace!
¿Sabes que disfruto cuando vengo a leerte? Te diré de una u otra forma todos estamos influenciados por uno o varios escritores de renombre a los que hemos leído. Eso nos marca ciertas pautas al escribir. En cambio a ti no se te nota nada. eres simplemente tu. Es fácil leerte, la vista fluye como en arroyo de pie de montaña, sin importar cuantos escollos deba superar la trama, sigue fluyendo igual.Por otro lado tienes un relato aniñado que hace que tus personajes tengan color de acuarelas y resalten suaves Mientras los escenarios que nos muestras están en blanco y negro. Repasar tus escritos es como mirar esa fotografías monocromáticas a las que se les añade un toque de color para realzarlas. No pierdes tiempo en hacer minuciosos detalles, simplemente vas por la parte humana, haciendo hincapié en como enfrentan sus sentimientos.
De verdad es placentero leerte.
Besos
Daniel, si cada vez que tardes en venir a mi espacio tu entrega al comentar es absoluta, deseo que vengas siempre el último, jaja
EliminarMe alegro de haber subsanado tu duda, y lamento haber provocado otras nuevas, pero tengo que tener la garantía de que volveréis, ja ja
Me encanta que encuentres en mi la similitud con esas fotos monocromáticas que a mi me encantan, definen perfectamente a la vida, por muy oscuro que a veces se vea todo, siempre hay algo que da a la vida su color.
Es un privilegio tenerte de nuevo entre mis letras, me alegra que te agrade leerme, porque es totalmente mutuo.
Gracias por volver y te espero la semana que viene.
Besos
me gustó,
ResponderEliminarsaludos desde Uruguay
Omar, me alegro de que te gustase, bienvenido a mi espacio y gracias por estar aquí.
EliminarSaludos desde Jaén
Hla amparo, tengo que ponerme al dia con tu novela. Esta semana estare ocupada, pero la que viene empezare a leerla. Tango muchas ganas. Besos...
ResponderEliminarGracias Alicia por tu interés y tus ganas de volver y ponerte al día, espero que cuando encuentres ese tiempo que te falta puedas disfrutarlo y te alegres de estar entre mis letras- Besos
EliminarMejor dormir separados en la cama que en el sofá.
ResponderEliminarSé que me falta mucho proque conocí tu espacio en el capítulo anterior. Con este me voy poniendo al día, o eso creo.
Un abrqzo grande
Pilar
Hola de nuevo Pilar, si es mejor, Laura tiene problemas de espalda, jajaj, tomatelo con calma, mis capítulos te estarán esperando siempre.
ResponderEliminarEspero recorras junto a Laura y Javier sus sensaciones, solo así podrás entenderlos.
Un abrazo grande
Fuerte hablar con papá y darle una confesión de amor. Pero vale la pena jugarse, sobre todo por lo que han pasado estos chicos.
ResponderEliminarUn abrazo.