Caminar es mejor que llegar

Aunque a veces el camino sea duro, tenebroso, incierto, no hay nada más placentero y gratificante que seguir caminando, pues la riqueza de todo camino reside ahí, en el día a día, paso a paso, puede que jamás lleguemos al final, o puede que si llegamos, nos encontremos que no hay nada de lo que esperábamos, sin embargo siempre nos quedarán esas pisadas, a veces firmes y otras asustadas, aquello que si hemos podido vivir y experimentar a diario y que forma parte del camino para llegar a nuestros sueños, a nosotros mismos.

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A MIS SEGUIDORES

Mis queridos seguidores, apenas hace unos meses empezaba este camino en solitario con la llama de la ilusión encendida, una llama ansiosa por gritar, por mantenerse, por iluminar de algún modo el camino de esa gente que aunque no conocía sabía que estaban ahí.
Un camino duro si lo ves como una meta para saltar a la luz literaria, pero si lo sientes como una vía de escape necesaria en tu día a día, que te hace evadirte de estrés siendo tu misma, es muy pero que muy gratificante, ya que la mayoría de la gente que se esconden tras esos avatares son increíbles personas.
Hoy quiero daros las gracias desde el corazón a todos y cada uno de mis seguidores, empezando por Marilyn a la cual tengo especial cariño, ella fue la primera en visitar mi espacio y en traerme esa sensación de que lo que escribes llega de algún modo, gusta, y que algunas veces esas vivencias que plasmo, son compartidas, mucho más de lo que imagino cuando escribo.
Gracias a todos esos que llegaron después y a los que aún no han llegado pero que están en camino.
Gracias a todos esos que me siguen en el anonimato y disfrutan no solo con seguir mi blog, sino con seguir mi vida y para los cuales se que soy y me siento importante.
Gracias a todos los que me comentan aunque no me sigan, a los que me siguen sin comentarme.
Jamás pensé llegar al impensable numero de 100 seguidores, no auguraba ni llegar a 20, sé que muchos de vosotros sabéis como me siento porque tenéis muchos más que yo, mi satisfacción no es por el número, sino porque detrás de de ese número estáis vosotros esperando lo que tengo que decir, viviendo lo que yo vivo, intentando comprenderme y conociéndome a través de mis palabras, lo más importante de todo, es que la mayoría de vosotros vais en la misma dirección que yo y valoráis ese cariño, esos detalles, esa constancia, esa necesidad y esa ilusión.

Así pues mi regalo de hoy para cada uno de vosotros es una pequeña vela que vosotros habéis ido encendiendo estos meses y habéis colocado en mi camino, una vela que mantenéis y que cada día sigue iluminando mis letras, mis pensamientos, esa ilusión que se acrecienta. GRACIAS A TODOS POR ENCENDER ESA LUZ EN MI CAMINO.

Algunos habéis llegado hasta aquí por casualidad, a otros os ha traído algún seguidor mio, otros os habéis sentido atraídos por mis palabras ya que yo os encontré primero.....pero eso da igual, lo importante es que estáis aquí, y me siento un poco en deuda con vosotros, por lo tanto en cuanto termine mi novela os contaré como llegué yo hasta vosotros, no quiero meter ninguna entrada entre medias.



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26 octubre, 2012

Cuaderno de abordo. En torno al mar (Capítulo II)


El Capitán miraba fijamente hacia el horizonte, estaba tranquilo, sereno, aunque algo le azotaba el alma como las olas azotan las rocas. El Grumete  le miraba y no sé muy bien porqué, le inspiraba una profunda seguridad, una sensación de serenidad que penetraba por cada poro de su piel, del mismo modo que lo hacía la brisa en su cabello.
La embarcación descansaba, varada, solitaria en medio de la inmensidad del mar, sin más ojos que la mirasen que los de la luna clara, que dejaba caer el brillante manto de color plata a modo de estela sobre la mar que estaba en calma.
Esta quietud invitó al Capitán a sacar lo que le arañaba el alma, de modo que decidió ir a cubierta a comunicarse con sus amigas las estrellas…
Al Capitán le encantaba escribir, reflejar en cada momento como se sentía y sacar a través de las palabras aquello que no siempre podía expresar.
Con el viajaba un cuaderno de abordo donde plasmaba vivencias, sentimientos, sueños, deseos, todo aquello que sus sentimientos experimentaban, lo escribía en aquel cuaderno que cada día llenaba con versos y más versos…

Ahora también plasmaba lo que cada jornada le deparaba en esta travesía única, donde posiblemente encontrarían las riquezas que estos dos soñadores salieron a buscar, porque siempre se busca algo aunque no sepamos con certeza el qué, sin embargo cuando lo encontramos comprendemos que aquello nuevo que entró a nuestra vida lo necesitábamos y ahora ya podemos desprendernos de otras cosas.
Tal vez al embarcarse en esta aventura apasionante se preguntaban ¿cuál era el verdadero sentido de su rumbo?, o tal vez, de algún modo extraño lo sabían, pero no obstante, la llamada de lo desconocido lo hacia aún más interesante.

Aquella callada noche mientras el Capitán hablaba a las estrellas y rellenaba el cuaderno con versos se sorprendió al ver que no estaba solo en cubierta.

-         ¿Qué haces levantado a estas horas? – le preguntó casi susurrando su Grumete.
-         ¡Ya ves! No podía conciliar el sueño y me decidí a salir a cubierta a cambiar de aires y  a lanzar un mensaje en una botella.
-         ¿Y cual es el mensaje?
-         Bueno, cuando uno lanza un mensaje en una botella al mar, es como cuando ves una estrella fugaz en el firmamento y le pides un deseo….si lo cuentas no se cumple.


La cara del Grumete sí que era un verdadero poema, con su respuesta el Capitán le había dejado claro que no le contaría de que se trataba, sin embargo, infinidad de posibilidades naufragaban en forma de suposiciones dentro de aquel Grumete con ansias de navegar en el pasado de su Capitán.
El Capitán lo notó y por alguna extraña razón, que aún se desconoce en aquella embarcación, el Universo conspiró para que él se sincerase con ella y le contase aquello que yacía en el fondo de sus pensamientos.

¡Acomódate! – dijo el Capitán sonriendo con tranquilidad – será una noche larga.
-         ¿Me vas a contar como has llegado hasta aquí? – dijo la Grumete sorprendida.
-         ¡Así es! ¿Quieres escucharme?
-         ¡Por supuesto! Aunque me extraña que confíes en alguien desconocido para ti.
-         Confié en ti desde el día que me embarque en esta aventura, no me preguntes porqué, pero creo que siempre te estuve buscando, y al fin te encuentro, ¡Sí, estoy seguro de que encontré lo que siempre he buscado!

Los ojos de aquel Grumete brillaban de emoción, pues sabía que aquello que el Capitán le iba a contar, también era importante para ella, pues la confianza del Capitán la hacia sentir importante, útil, necesaria en aquel momento y para aquella persona.
Se sentía un faro en medio del mar de la vida del Capitán, un faro que ahora iluminaba esos tantos momentos de soledad, esas tempestades que el Capitán había tenido que atravesar.
Un faro desde el cual podía mirar atrás y repasar esos nudos navegados… Era hora de hacer inventario de su vida, y compartir lo bueno y malo de sus vivencias con su Grumete al cual ya estaba cogiendo cariño.

Sentados en la cubierta de aquel presente, bajo la protección de la luna y las estrellas, el Capitán se dejó llevar por la marea de seguridad que le aportaba el Grumete y le contó de su vida.
-         Mi padre era de España, pero viajó a Argentina cuando apenas tenía 2 años, así que soy  argentino.
-         ¿Cuántos años tienes? Interrumpió la Grumete
-         ¿Acaso importa? – dijo el Capitán con aire de misterio.
-         No, no importa – contestó la Grumete.

Verás, nunca te intereses por algo que no cambia en nada las condiciones del presente, es tiempo perdido, a veces no es bueno saber demasiado, lo único que importa es hacer lo que queremos en el momento que queremos. Te estoy contando de mi historia y sin embargo sé que no lo necesitas, porque me conoces más de lo que tú misma piensas, sin embargo quiero contártela, de modo que no importa el tiempo que a pasado para llegar hasta aquí, importa el tiempo que naveguemos juntos de ahora en adelante.

Su grumete sonreía con tranquilidad, pues el Capitán había afianzado su confianza en él con sus palabras, disipando así las ansias por saber de la muchacha.

Mi padre era Ingeniero y mi madre Escritora, escribía poemas como yo, dicen que de tal palo tal astilla, heredé de ella su amor por los sentimientos y toda forma de expresarlos.

-         ¡Pensé que eras marinero! – exclamó sorprendida.
-         ¡Marinero! ¡Escritor! Acaso importa lo que seamos ante los demás, importa lo que seamos para nosotros mismos, importa como nos vemos y lo que sentimos…
El Capitán sonreía sin quitar los ojos de la mirada de aquella Grumete.

Aunque todo este tiempo lo dediqué a viajar en las aguas del mar, me considero escritor de mi propia vida, pues mis mejores viajes los hice en el tiempo, mi imaginación me ha varado en muchos puertos que con un barco hubiese sido imposible llegar.
Navegué en cada verso, en cada palabra, en cada coma que separó un suspiro del siguiente…

Al Capitán se le iluminó la cara y el Grumete no pudo contenerse.

- Entiendo Capitán, sé lo que es dejarse llevar por la corriente de emociones que peinan como brisa nuestra alma, navegar sin rumbo en esas sensaciones que nos hacen sentir libres y dibujan nuestro horizonte, que nos voltean hasta sacar nuestro yo más sensible y entregado.
Naufragar en esos sentimientos que a pesar de parecer olvidados, la marea de los recuerdos, los traen a nosotros como si fuesen olas que empapan nuestro corazón…
- ¡Caramba muchacha! Veo que amas el mar y que a pesar de no haber embarcado antes, todo este tiempo has navegado por el mar de la vida y además en la misma dirección que yo.

Ambos sonreíamos con complicidad pues sabíamos que a pesar de ser dos desconocidos, teníamos en común muchas cosas, una de las más grandes que nos unían, era el amor por esa profunda inmensidad de agua salada que nos rodeaba y que para los dos era especial.

El Capitán volvió su vista hacia el agua tranquila del mar, dejó su vista en el espejo del pasado y continuó con su historia, mientras me daba pinceladas de lo que era para él el mar….


El mar es grande, tan grande como el Universo, lo misterioso de la travesía, tan grande como la incertidumbre del que no conoce el misterio, pero la grandeza del emprendedor se hace viento para soplar las velas del presente, de nuestro presente.

¡Rema, rema! Que el horizonte será nuestra próxima parada.


29 comentarios:

  1. Me voy a gobernar un cuaderno de esos yo también. Buen finde. Un abrazo.

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    1. Muchos de nosotros deberíamos de tenerlo, imaginas?? un sitio donde plasmar eso que no nos atrevemos a decir.
      Gracias por tu comentario.
      Un abrazo

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  2. Hola Amparo maravillosa entrada, tus historias son increíbles te trasporta en el tiempo y da la sensación de estar dentro de la historia


    Feliz fin de semana

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    1. Hola Lola, maravillosa visita, gracias por hacer mías tus historias, es otra manera de vivirlas y compartirlas, es otra forma de hacerlas realidad.

      BEsos

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  3. Querida Amparo:

    Realmente ya he leído varias veces este hermosísimo capítulo de nu novela del mar, me asombras, me dejas sin palabras, es la primera vez que me pasa esto, muchachita... y me apasiona la lectura de tu novela... finalmente ese Capitán ha encontrado a su grumete después e largo tiempo de sólo escribir poemas en ese cuaderno... y sabes algo Bonita...? no te abandonara mientras viva y aún después... A ambos los apasiona el mar!...

    Te voy a seguir por toda a aventura del mar y de la vida, muchacha querida... llevas en la sangre algo de mi, de mi forma de ver y vivir las palabras...

    Estoy algo cansado hoy y dejaré por ahora este comentario inconcluso, al menos hasta que pueda reaccionar debidamente ante la exactitud y belleza de tu relato... Gracias amiga, un beso del color de ese mar que nos rodea y nos abraza...!!!

    Federico


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    1. Querido Federico, gracias por tus palabras sobre mi novela, tu novela, se que ese capitán no me abandonará, de eso estoy segura, nuestra amistad es como ese mar que nos apasiona, inmenso.

      Espero seguir sorprendiéndote en futuros capítulos.

      Besos verdes

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  4. Impresionante relato, me agrada leerte porque trasmite paz.

    un abrazo

    fus

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    1. Gracias Fus, trasmitir paz en los tiempos que corren es un elogio exuberante que me deja caos, me alegro de que esa sea tu sensación.

      Un abrazo

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  5. Hola amiguita. No me has perdido aquí me tienes de vuelta Estoy regresando. ya un poco recuperado.

    Tuve que leer los dos capítulos para ponerme al día. Encuentro en esta historia de mar un horizonte mecido entre mar y cielo donde los deseos y necesidades de cada personaje quedan expuestos sobre la espuma de las olas. Seguiré tus entradas con entusiasmo.

    Besos

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    1. Hola Daniel, me alegro de tu regreso y sobre todo de tu mejoría.
      Me alegro que te hayas puesto al día con los capítulos, lo que más me gusta de ti es que logras captar lo que muy poca gente, esas necesidades que mueven el mundo y mi blog, como espuma que se diluye de una entrada a otra.

      Gracias por formar parte de mi blog.
      Besos

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  6. A veces nos abrimos a quien no conocemos, es un instinto.
    Y suele suceder que quien escucha nos aporta mucho, aunque sea con su silencio.

    Amparo, el escritor y el marinero tienen en común una vida de quietud, silencio, observación y meditación.

    Sigamos rumbo al horizonte haciendo sitio a lo nuevo :)

    Un abrazo

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    1. Hola Verónica, es cierto que a veces utilizamos ese instinto que nos viene cargado de cosas buenas en la vida, nos permite conocer y nos da a conocer gente importante que merecen la pena y que transitan con nosotras por este mar.
      Tienes razón, sigo junto a ese marinero observando y meditando en completa quietud.

      Sigamos rumbo pues a ese horizonte!!!
      Besos

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  7. Hermoso transitar por el mar entre cuadernos y letras. Los personajes tienen historias que contar y compartir.
    Apasiona leerte querida Amparo.
    Abrazos y una feliz semana.

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    1. Hola Genessis, es hermoso también tenerte de nuevo aquí y regocijarme en tus palabras....
      Así es, tienen historias que contar y compartir, mientras esa necesidad dure, hay esperanza de seguir por aquí.

      Abrazos

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  8. Otra vez embarcadas ahora en una aventura sin fronteras, que lindo cuando leí lo del faro me emocioné mucho :) un besote preciosa muá ^.^

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    1. Hola Patty, otra vez embarcadas en una aventura sin fronteras, me alegro que me acompañes allí donde la vista se pierde y el horizonte renace para seguir con el curso de nuestra vida, los faros tienen historia en mi vida, es una de las razones por las que me enganche a tu blog, claro eso era antes de conocerte a ti, jjaj
      Un besazo

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  9. Muy bueno!! Escribes precioso!

    un abraxo!

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    1. Hola Marilyn, gracias por embarcarte en esta aventura conmigo.
      Tu tienes un interior precioso!!

      Un abrazo

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  10. Hola Melodi, encantada de tenerte por aquí, me alegro que te haya gustado mi blog tanto como para quedarte, gracias por tus palabras.

    Iré a conocerte, en efecto es de los pocos métodos que tenemos para darnos a conocer.
    Un abrazo desde Jaén

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  11. Hola Amparo, dialogo de filósofos. Voy al siguiente

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    1. Hola Lapislazuli, El Capitán y el Grumete tienen algo en común, el lenguaje espiritual, no todo el mundo puede descifrarlo, aunque se que contigo no es el caso.

      Besos

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  12. Cierto, el presente es un imperio que a veces dejamos de lado por pensar en el futuro. Y mira quien lo dice un Capitán, que va siempre esperando llegar, (supuestamente).
    Lindo se pone tu escrito.

    Un abrazo.

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    1. Hola Cecy, Aunque un Capitán siempre mira el horizonte hasta hacerlo su objetivo, sabe disfrutar del presente y de la buena compañía sobre todo cuando ha sido tan buscada.

      Gracias por estar aquí de nuevo.
      Un abrazo

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  13. Interesante capitulo. Muchas veces alguien desconocido es lo mas semejante a uno mismo. Navegemos en el nae de la vida. Besos

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    1. Bueno Alicia, es cierto que a veces alguien desconocido nos descuadra y en el encontramos esas respuestas que fue imposible encontrar antes. Eso solo es posible cuando tenemos mucho en común con esa persona aunque no lo sepamos.

      Gracias por navegar a mi lado, en mi rumbo....Disfruta la travesía!!!

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  14. Amparo te felicito por expresar un relato tan profundo y tan interesante que lleva a la reflexión. Me está gustanto muchísimo.
    Muchos besos. Rosa.

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    1. Gracias Rosa por sumergirte en mis palabras y dejar que esta brisa de sensaciones no te sea indiferente.
      Gracias por estar aquí.

      Besos

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  15. Hola Amparo,
    aprovecho que tengo un tiempito y parece que entran los comentarios...
    mmmm se está poniendo mas que interesante...
    a seguir navegando =)

    bonito domingo
    besitos

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    1. Gracias Ariel por pasar tu tiempo a mi lado, es un privilegio tenerte por aquí, espero que disfrutes y me alegro que ya entren tus comentarios en mi blog.
      Besos

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