Caminar es mejor que llegar

Aunque a veces el camino sea duro, tenebroso, incierto, no hay nada más placentero y gratificante que seguir caminando, pues la riqueza de todo camino reside ahí, en el día a día, paso a paso, puede que jamás lleguemos al final, o puede que si llegamos, nos encontremos que no hay nada de lo que esperábamos, sin embargo siempre nos quedarán esas pisadas, a veces firmes y otras asustadas, aquello que si hemos podido vivir y experimentar a diario y que forma parte del camino para llegar a nuestros sueños, a nosotros mismos.

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A MIS SEGUIDORES

Mis queridos seguidores, apenas hace unos meses empezaba este camino en solitario con la llama de la ilusión encendida, una llama ansiosa por gritar, por mantenerse, por iluminar de algún modo el camino de esa gente que aunque no conocía sabía que estaban ahí.
Un camino duro si lo ves como una meta para saltar a la luz literaria, pero si lo sientes como una vía de escape necesaria en tu día a día, que te hace evadirte de estrés siendo tu misma, es muy pero que muy gratificante, ya que la mayoría de la gente que se esconden tras esos avatares son increíbles personas.
Hoy quiero daros las gracias desde el corazón a todos y cada uno de mis seguidores, empezando por Marilyn a la cual tengo especial cariño, ella fue la primera en visitar mi espacio y en traerme esa sensación de que lo que escribes llega de algún modo, gusta, y que algunas veces esas vivencias que plasmo, son compartidas, mucho más de lo que imagino cuando escribo.
Gracias a todos esos que llegaron después y a los que aún no han llegado pero que están en camino.
Gracias a todos esos que me siguen en el anonimato y disfrutan no solo con seguir mi blog, sino con seguir mi vida y para los cuales se que soy y me siento importante.
Gracias a todos los que me comentan aunque no me sigan, a los que me siguen sin comentarme.
Jamás pensé llegar al impensable numero de 100 seguidores, no auguraba ni llegar a 20, sé que muchos de vosotros sabéis como me siento porque tenéis muchos más que yo, mi satisfacción no es por el número, sino porque detrás de de ese número estáis vosotros esperando lo que tengo que decir, viviendo lo que yo vivo, intentando comprenderme y conociéndome a través de mis palabras, lo más importante de todo, es que la mayoría de vosotros vais en la misma dirección que yo y valoráis ese cariño, esos detalles, esa constancia, esa necesidad y esa ilusión.

Así pues mi regalo de hoy para cada uno de vosotros es una pequeña vela que vosotros habéis ido encendiendo estos meses y habéis colocado en mi camino, una vela que mantenéis y que cada día sigue iluminando mis letras, mis pensamientos, esa ilusión que se acrecienta. GRACIAS A TODOS POR ENCENDER ESA LUZ EN MI CAMINO.

Algunos habéis llegado hasta aquí por casualidad, a otros os ha traído algún seguidor mio, otros os habéis sentido atraídos por mis palabras ya que yo os encontré primero.....pero eso da igual, lo importante es que estáis aquí, y me siento un poco en deuda con vosotros, por lo tanto en cuanto termine mi novela os contaré como llegué yo hasta vosotros, no quiero meter ninguna entrada entre medias.



Sé el primero de tus amigos

24 agosto, 2012

Acordes a tu lado (Capítulo XI)


Aún no sé como me sentía, tal vez la palabra adecuada sería decepcionada, me había estado haciendo ilusiones durante nueve meses que tendría un niño, Javier se había encargado de grabármelo en la cabeza como norma o requisito imprescindible, sus deseos me habían hecho incluso imaginarlo. Había tenido una niña, se salía de mis posibilidades, aunque habíamos pensado un nombre si era un varón y otro si hubiese sido una hembra, en este caso nos quedaríamos con el último. Estaba asustada, tenía a mi hija en las piernas, desnuda, observando como el humo salía de su pequeño cuerpo por el cambio de temperatura del que ya carecía en mi vientre, recordaba sus patadas, como se movía dentro de mí, como había crecido en mi vientre, era producto de mi amor por Javier, era el resultado de un deseo que pensaba que no se cumpliría. 

Había perdido la cuenta de las veces que había imaginado como sería su rostro, sus ojos, su boca, su nariz, sus manos, me atribuía que se parecería a mí sin lugar a dudas, mi mente quedó suspendida mientras escuchaba el llanto indefenso y cansado de mi hija. Javier estaba radiante de felicidad, se veía pletórico, orgulloso de ser papá, yo sin embargo no podía expresar lo que sentía, aún no lo sabía.
Ante todo sabía que había cumplido mi deseo, y sólo por ese motivo sentía que era importante para mí, después, cuanto más la miraba, más confirmaba que me producía ternura, serenidad, paz, un cariño que nunca antes había sentido por nadie, ni siquiera se parecía al que sentía por Nana.
Aunque el cordón umbilical había sido cortado dejando así su vida independiente de mi respiración, de mis latidos, de mi estado de ánimo, para mí parecer seguíamos unidas por el corazón, por el tacto, por las miradas, por la intuición, por un cordón imaginario que nadie podría nunca cortar, EL AMOR DE MADRE E HIJA.
Estaba claro que yo dependía de ella y ella a su vez de mí, y además nos teníamos mutuamente.
La primera noche no pude pegar ojo, me sentía extraña, rara, me parecía imposible que un ser humano hubiese salido de mí, miraba a mi hija entre la oscuridad de la noche sin dejar de pensar que mi vida había cambiado, sabía que no sería un cambio temporal, sino que era permanente, un cambio que duraría toda mi vida.
Siempre he dormido bastante bien, tanto, que algunas veces imaginaba a mi hija llorando y creía que sería imposible que la escuchase, para mí los truenos eran música celestial que me animaban a dormir con más intensidad.
No sé que tipo de instinto tenemos las madres, pero lo cierto es que puedes estar placidamente dormida y sólo con que tu hija se mueva el ruido de las sábanas te despierta. El olor de su cuerpo se me metía en el corazón de tal modo, que a gran distancia notaba su presencia, puede que estuviese nerviosa, intranquila, chinchosa por el motivo que fuese, con el solo hecho de cogerla entre mis brazos, de sentir mi cuerpo, era capaz de dormirse sin comer. Darle el pecho era para mí  cederle todo lo que soy y todo lo que tengo, era decirle indirectamente que daría por ella mi vida sin apenas dudarlo, es sentir como una parte de ti, de tu cuerpo, le proporciona alimento para subsistir, algo que nada ni nadie puede darle por ti.
Existe un vínculo muy fuerte entre madre e hija, pienso que a medida que avanza el tiempo en el que estamos juntas, ambas nos vamos conociendo, se estrechan los lazos, se hacen mayores.
Un hijo es un trozo de ti al que tienes que ayudar a adaptarse a la vida, un hijo es el único motivo realmente fuerte para quitarte el sueño de un plumazo, para preocuparte por un simple resfriado. Un hijo es el paso más grande del camino de tu vida que a medida que va creciendo te da la sensación de no estar disfrutándolo lo suficiente, entonces te parece estar recorriendo ese camino a zancadas enormes. Un hijo es una meta para toda tu vida, siempre tienes un proyecto, un deseo para él que a su vez, también lo es para ti. Un hijo te impulsa a comerte el mundo, la responsabilidad más grande de toda madre es guiarle por un camino tan bueno que quizás tú desconoces porque nunca has podido pasar por el. Es enseñarle a levantarse, curar con mucho cariño sus heridas, enseñarle a ser su mejor amigo, tal vez el que tú nunca tuviste, apostar por él aunque sepamos que va a fracasar, apoyarlo ante todo y ante todos. Un hijo es un ser humano en el que reflejamos todo lo que nosotros no pudimos ser. Un hijo es un motivo de felicidad para levantarnos todos los días, es nuestro presente y el presente hay que abrazarlo con todos sus defectos, sus errores, sus miedos.
Una hija es una esmeralda que diariamente he de pulir educándola lo mejor posible, demostrándole mi cariño para que confié en sí misma sin tener miedo a brillar con luz propia y si algún día no llega a brillar como me gustaría, aceptarla con los brazos abiertos porque de cualquier modo seguirá siendo mi joya más preciada, no importa que no brille para el resto del mundo, para mí siempre será la más valiosa.
Un hijo es un giro de 180 grados en tu vida sin la posibilidad de mirar atrás, solo puedes mirar hacia delante, podría estar infinidad de horas contando lo que siento por ella, de igual modo sé que acabaría en el mismo punto de partida, “Quiero a mi hija por encima de cualquiera que sea meramente importante para mí”.
A veces tengo la sensación de no estar disfrutándola al máximo, a veces mi mente me traiciona haciéndome ver fantasmas donde nos los hay. Nunca pude perdonarme no haberle dado un hijo varón a Javier, por desgracia eso no estaba en mis manos, yo no creo en el destino, creo que el destino lo decidimos nosotros mismos, pero sí pienso y respeto las decisiones de Dios, yo no podía elegir el sexo de mi bebé.
Los deseos son solo inspiración, la realidad es muy diferente, si miro muy dentro de mí yo quería una niña, nunca imaginé que sería como la que tengo, es guapa, lista, inteligente, cariñosa, feliz, alocada y sana, pero el deseo de complacer a mi marido era tan grande que postergaba mis deseos, quedaban en segundo plano para dar paso a los suyos, aún así no pude complacerle.
Estuve dieciocho malditos meses culpándome por algo que desgraciadamente no dependía de mí, meses que para mí fueron algo más complejo que un simple infierno, a veces a lo que más quería que es mi hija, la rechazaba sin darle opción a defenderse, miles de tentaciones pasaban a diario por mi mente mostrándome el fantasma de que no la quería. Afortunadamente, solo me duraba cinco segundos el lapso de tiempo en el cuál le arrebataba el puesto que tiene en mi corazón, en mi vida, en mí ser, el resto del día me lo pasaba atormentándome con la idea de no ser una buena madre para ella, de no merecerla junto a mí.
Yo tampoco puedo decidir si debe estar o no junto a mí, supongo que si la tengo a mi lado es porque está en el sitio idóneo, con la madre idónea, que a pesar de sus miedos, sus inquietudes, sus fantasmas transitorios, la quiere y jamás en la vida haría nada que la perjudicase, jamás dejaría de quererla bajo ningún concepto.
Javier se volvió tan frío, tan independiente, que sólo le preocupaba su relación con su hija, mi problema no se lo tomó nunca en serio, o al menos eso me dejaba ver. Decía que no tenía importancia, que eran tonterías mías, no lo dudé en ningún momento, pero eran unas tonterías que tenía que eliminar de mi mente al precio que fuese si quería vivir tranquila, sin fantasmas, si quería disfrutar de mi hija como anhelaba, hasta ahora no lo había podido hacer plenamente.
Nana siempre apostó por mí, en todas mis conversaciones con ella sobre este tema estaba segura de que yo quería a mi hija, yo también lo estaba, nadie mejor que yo sabía lo que sentía por ella, tras ese maldito lapso de tiempo en el que me avergonzaba de ser su madre, de tener esos pensamientos, veía los remordimientos, los porqués, las dudas, los reproches, el llanto inconsolable de mi ser mientras todo lo malo transcurría en mi vida. También a su vez transcurría un lado bueno que siempre estuvo en mí y que hasta hace poco era incapaz de ver con claridad.
Cuando volvía a la realidad tras ese rechazo inconsciente me daba cuenta de que mi hija estaba más cerca de mí, me castigaba a mi misma por haber dado lugar a dudar ni un solo instante de lo que siento por ella, la besaba hasta el cansancio sintiendo su piel mojada por mis lágrimas, la abrazaba muy fuerte con el único objetivo de protegerla de mí misma, de ese estúpido lapso de tiempo. Le prometía que no volvería a suceder pero desafortunadamente no dependía de mí, cuando me daba cuenta los malos pensamientos se habían apoderado de mi mente, sin previo aviso, sin dejarme opción exclusivamente para hacerme sentir la mujer más ruin del mundo.
A medida que va creciendo enlaza algunas palabras, da besitos similares a los pequeños bocados, me llama mamá, me abraza, salta de alegría cuando me ve, demanda mi presencia cuando va a dormir, no come si no soy yo quien le da la comida, me coge de la mano para ir a jugar, me sonríe, etc.
Todo ello en conjunto es el resultado del amor que mi hija siente hacia mí, es la muestra más grande de que me necesita a su lado, de que depende en gran medida de mí y por supuesto, de que me quiere.
Mi corazón sobresaltado cuando cae, mi desvelo por ella cuando no puede dormir, mi corazón encogido cuando llora, mis besos procedentes de mi corazón, mis caricias más especiales, mi preocupación cuando no come, el hecho de que sea mi orgullo personal, son la muestra de lo que siento por ella, del amor ciego que me llevaría a renunciar a todo en la vida por ella. Quizás no sea la madre ideal, pero soy su madre y ella es mi hija, eso me ayuda y me da fuerzas para seguir adelante con la firme proposición de mejorar todo lo posible por ella, tengo muy claro que quizás durante su vida carezca y tenga que renunciar a muchas cosas, excepto a mi cariño, SIEMPRE CONTARÁ CON ÉL. Infinidad de veces he dudado de si era o no feliz, ahora lo tengo claro, cuando abrazo a mi hija, cuando la miro a los ojos, cuando siento su piel, cuando me da sus besitos, cuando me dice mamá con todas sus fuerzas, soy completamente feliz, el resto incluido Javier, es secundario para mí.
Hoy sé que son pocos los fantasmas que anidan en mí, confío en que el tiempo acabe por disiparlos todos, aunque a decir verdad ya no les tengo miedo, sé que voy a vencerles, el cariño de mi hija es un hecho, un sentimiento, un resultado vivo, latente y cada vez más intenso. El arco de mis fantasmas es la impotencia de no haber cumplido un deseo, algo imaginario, irreal, que con el tiempo acabará por desintegrarse por completo, ese día habré ganado la batalla más importante de mi vida, una parte poderosa, fuerte de mí, habrá vencido a otra más débil que me ha condicionado durante la infancia de mi hija simplemente por no haber tenido el coraje y el valor suficiente de enfrentarla antes.

 Aún se percibía su aroma en el salón de la casa, podía cerrar los ojos y ver su sonrisa dedicada exclusivamente a mí, en mis oídos retumbaban sus consejos, sus regaños, sus palabras más alentadoras para mis días de debilidad, mi corazón sentía el calor de su cariño todavía a pesar que su sillón estaba vacío.
Papá había muerto la noche anterior, había sufrido un paro cardíaco, nunca podré saber si tuvo una muerte dulce, lo que si podía asegurar, era que había sido rápida y efectiva, tanto, que no sólo había sorprendido a papá, si no a todos los que convivíamos con él y le queríamos, no pude dejar ni un momento de deambular por la habitación fría y vacía dedicando todos los segundos de mi tiempo a recordar a papá. Estaba preocupada por mí, la vida me había arrebatado a mis padres, el hilo de seguridad que se crea entre padres e hijos desde el momento de nacer había sido cortado, primero por mamá que había muerto el mismo día de mi nacimiento y ahora se trataba de papá. Estaba sola, perdida en la gran ciudad de la vida sin la protección ni el apoyo de mis padres, siempre había pensado entender a mi marido tras la muerte de su primera esposa, ahora sé que ni yo ni nadie podía entenderlo, sé, que no sabes lo que es la asfixia hasta que no eres tú el carece del aire que te aporta la respiración, lo único que me repetía a modo de recordatorio permanente era que sabía que tenía que aportar a Nana, a Javier y a mi hija, mi existencia.
Papá había sido durante toda mi vida mi padre y mi madre, su presencia representaba a mi madre a pesar de su ausencia, quizás ese sea el principal motivo para que con la muerte de papá hubiese perdido definitivamente a mamá. Mis ojos estaban arrugados a consecuencia de la humedad constante, el dolor por el recuerdo de papá era permanente. Javier me comprendía a su modo, sin palabras, sin caricias, sin diálogo, a pesar de que en sus mirada reflejaba su apoyo hacia la situación que me estaba tocando vivir, yo le sentía lejano, distante, ausente, independiente con su dolor tras haber perdido a su suegro y a su tío, era consciente de que para él la perdida de papá era doblemente dolorosa.
Nana vivía su ausencia en silencio, aún así, yo sabía que había sido un duro golpe para ella también, a pesar de no pertenecer a la familia era como una madre para todos, también para papá, estaba tan preocupada por consolarnos a nosotros, que a veces se veía obligada a callar su dolor, como siempre, su prioridad era el bienestar de los demás a pesar de que para rociarnos a todos con su cariño, tuviese que guardarse sus sentimientos.
Nana era lo único que me quedaba de antaño, la única persona que me entendía, que me escuchaba en todo momento, era el único pilar que conservaba capaz de aguantar el peso de mi desdicha y desolación. Mi hija era mi cueva, mi refugio, mi principal empuje para levantarme cada día con una sonrisa en la boca.
Aquella tarde me desplomé en el sofá, agotada de no hacer nada, mientras mi cuerpo reposaba, mi mente y mi corazón emprendían un paseo mental por lo que había sido mí pasado en los últimos años, al menos, desde que comencé a darle vida a mis sentimientos y a mis ilusiones.
Una vez frente a mi pasado, cara a cara con él, me di cuenta que junto con el nacimiento de mi hija apareció un obstáculo no muy grande, aunque si bastante pesado, mi sentimiento de culpa, mis remordimientos, mi miedo, junto con miles de pensamientos impuros que día a día se iban acrecentando hasta tal punto, que por más que intentaba esconderme de mi misma, aunque me negaba la posibilidad de rechazar a mi hija, aunque yo sola me castigaba cada vez que los malos pensamientos se cruzaban en mi mente, comprendí que se habían apoderado de mí.
De inmediato supe que el miedo que sentía a enfrentar el pasado, había ido arrastrándolo hacia mi presente, sabía que si no lo enfrentaba con uñas y dientes lograría amargar mi futuro. Supe que a pesar de haber compartido el crecimiento de mi hija con ella, me había perdido muchos momentos que ya no podría recuperar, había dejado escapar miles de caricias, de besos, de abrazos, de miradas inocentes y totalmente entregadas, libres y voluntarias, impulsadas solo y exclusivamente por mi amor hacia ella, lo peor era que había suplantado esos sentimientos tan limpios y sinceros, por la obligación de demostrarle mi cariño tras rechazarla en mi mente.
Pensé lo que yo había compartido con papá, todo el tiempo que había gozado de su presencia, pensé lo que añoraba el cariño de mi madre, entendí la importancia de los padres en la vida de los hijos, entendí que la presencia, la protección, el cariño desinteresado de los padres, es lo realmente necesario en la vida de los hijos, sobre todo en los primeros meses de vida, sin dudarlo me dije: ¡BASTA YA!
¿Quién era yo para privar a mi hija de esos sentimientos y sensaciones?
Nadie, absolutamente nadie.
Estaba tan ciega que la protegía de todos menos de mí, de los malos pensamientos de su madre, me odiaba con todas mis fuerzas, me lamentaba de todo lo que me había perdido a sus lado, me escuchaba a mí misma prometerme que mañana sería distinto, hasta que me di cuenta que tenía un gran problema que yo sola no podía controlar.
Visité varios psicólogos, intercambié opiniones con mis seres queridos, solo con los más allegados, conversé con Nana muchas veces sobre este tema, según la opinión de todos ellos estaban seguros de que yo quería a mi hija.
Me pregunté a mi misma si la quería o no, la respuesta fue inmediata, sí, seguidamente mi cabeza era golpeada por el recuerdo de su sonrisa inocente, de la suavidad de sus manos, de sus palabras sueltas, sentía sus besos húmedos, veía sus guiños cariñosos, su seguridad cuando la abrazaba, recordaba que yo era su refugio tras caerse, igual que ella era el mío, ella era un trozo de mi ser, si se pillaba el dedo yo podía sentir su dolor, si lloraba por algún motivo mi corazón se encogía a la vez que el suyo, si se ponía enferma por algo yo no podía conciliar el sueño, definitivamente, ella era una parte de mi. “Ella era la mejor representación en conjunto de todo lo bueno que yo poseía y que había sacado a la vida para sentirme orgullosa, podía recrearme en mi triunfo una y otra vez.”

Tras volver de mí paseo mental a la realidad, tras poner los pies en tierra firme, tenía muy claro que podía conseguirlo, contaba con los dos elementos fundamentales.
1-      El indudable cariño que siento por mi hija.
2-      El entusiasmo y la determinación de disfrutar mi futuro al máximo junto a ella.
Mi objetivo era tener una relación transparente con mi hija, sin dudas, sin miedos, sin porqués.
Aquella mañana, mi REINITA, la Reina de mi corazón, me animó a enfrentarme a todo lo que me aportaba inestabilidad emocional.


“Esperé durante el día la llegada de un solo pensamiento malo hacia ella, la espera fue inútil, mis dudas no tuvieron el valor de desafiarme, estuve todo el día junto a mi mejor arma, el escudo que formaba mi amor por ella, gozaba de su cariño todo el día, a su lado, mi cariño era más concentrado, mi escudo para luchar era más fuerte.
Durante las primeras horas de la noche en las que mi hija dormía placidamente, mi peor enemigo se atrevió a salir a provocar mi tranquilidad, me desafiaba con la duda de que no la quería.
Presa del pánico, me planté junto al monstruo de mis dudas y escuché todo lo que tenía que decirme, fue así como me animé a escribir el cuento que me ayudó, logré combatir la pesadilla que me privó en gran parte de disfrutar a mi hija como yo quería hacerlo desde el principio, inspirada por los cuentos que Nana me contaba y segura de que me iba a ayudar fuese cuál fuese el resultado, me animé a expresar en un relato todo lo que fluía en mi interior a diario.
Había una vez una bruja espantosa y malvada criada por la desilusión,
vivía en una cueva, según ella había vivido allí siempre a pesar de que
nadie la había visto nunca, tras el nacimiento de una niña guapísima, de
familia humilde, con problemas como casi todo el mundo, la bruja decidió
salir de su cueva disfrazada de dragón paraque nadie supiese de quien se trataba, su objetivo estaba claro, perturbar a la madre de la niña
mostrándole unos fantasmas que solo serían producto de su imaginación,
la firme proposición de la bruja causó efecto inmediato.
La madre de la niña se atormentaba diariamente creyendo que no
quería a su hija, los comentarios de la bruja, es decir del dragón,
aterrorizaban a la madre, no sólo por su aspecto sino porque poco a
poco se estaba dando cuenta de que el dragón tenía razón. Cuando
el dragón se posaba frente a ella, ella le daba pie a lo que le decía
sintiéndose culpable cuando el dragón se  marchaba, acto seguido se
arepentía, corría a buscar a su hija, la besaba, la acariciaba, intentaba lavarcon sus lágrimas los pensamientos impuros que el dragón le  había
planteado, las dudas sobre su cariño, la conciencia, los reproches que le
quedaban todo el día hacían que la mujer se martirizase
esperando que llegase de nuevo el dragón para aterrorizarla.
La mujer, debido al miedo que le tenía, por su aspecto y porque en
realidad dudaba de lo que sentía hacia su hija, se entregaba
completamente a los deseos de la bruja malvada que a diario se reía de ella en su cara pensando que le estaba ganando la batalla.
Un día, la mujer no aguantó más su rechazo hacia la niña, en su
interior sabía que había sentimientos buenos hacia ella, sabía que la
quería, que quería protegerla, que nunca sería capaz de hacerle daño,
sabía que no la estaba disfrutando como ella hubiese querido, de modo
que en un rato de lucidez en el cual aún no había aparecido el
dragón decidió poner punto y final a esta pesadilla, a este remordimiento, a esta culpabilidad.
Esperó pacientemente el regreso diario del dragón.
Aquella mañana no apareció en todo el día, la bruja no era tonta,
sabía que cuando la madre estaba con su hija fortalecía el amor que
sentía por ella, por el contrario, cuando la madre estaba sola era el
momento oportuno para salir e influir en los sentimientos de la
mujer.
Aquella mañana la madre supo que el dragón no había regresado
porque estaba con la niña, de modo que decidió quedarse sola por la
noche, aguardó pacientemente su regreso, no tardó mucho en aparecer y la mujer con más miedo que nunca, decidió escucharle.
-Tu quieres un niño, quieres complacer a tu marido, no una niña.

La mujer miró dentro de su interior buscando sus deseos más
profundos, la respuesta que consiguió fue clara, ella siempre había
querido una niña, podría hacerle coletas, le compraría mucha ropa, de
mayor la enseñaría a lavar, a planchar, la convertiría en una
gran amiga, pero sobre todo, porque las mujeres tienen un sexto
sentido que las hace diferentes a los hombres, imaginaba horas y horas
hablando con ella sobre sus futuros amigos. Con un niño, la mujer veía
estas conversaciones imposibles, al menos, así lo eran con su
marido. La mujer quería aportarle a su hija lo que a ella le había
faltado, en ella proyectaría sus sueños sin cumplir, esa y solamenteesa, era su realidad.
Es cierto que su marido hubiese preferido un niño, pero también es
cierto que ahora estaba muy contento con su hija, no la cambiaría
por nada del mundo, al igual que ella, si su marido había aceptado
tener una niña. ¿Por qué no iba a poder aceptarla ella?
 -Dudas de tu cariño hacia ella porque no la quieres.
-La mujer contestó indignada - eres tú quien intententa confundirme  con
tus apariciones repentinas, yo estoy completamente segura de quererla.

De hecho, cuando el dragón se marchaba buscaba a su hija
desesperadamente para demostrarle su cariño, después se odiaba por
haberle dado la opción de convencerla con sus intrigas.
 - ¿Qué pretendes? – Preguntó la mujer con la voz rajada –
Arruinar lo único que poseo, lo único que me pertenece realmente,
¿Qué quieres?, hipnotizarme con tus palabras como lo has hecho hasta
ahora, quieres que crea en tí abandonando mis sentimientos
verdaderos, !no lo conseguirás!
    -¡Ja!, !Ja!, !Ja!, - el dragón se reía de ella en su cara – acaso no ves que lo estoy consiguiendo.
     -Al principio te seguía el juego, ahora he descubierto que solo yo
poseo los ases para ganar, soy yo quien tengo a mi hija y su cariño, tú no tienes nada, tal vez sí, envidia porque codicias lo que  poseo.

    -Tengo tu mente, yo soy su dueño, vivo en ella, puedo darle
órdenes, influyo en ella más que tú.
  -No te confundas – replicó la mujer -  yo di entrada a tus malas
intenciones por el miedo que me invadía, igual que un día dejé que
entrases, puedo echarte a patadas, y eso es juntamente lo que pienso
hacer.

El dragón de la bruja se extinguió en la oscuridad de la noche
dejando a la mujer más tranquila que otras veces, había hablado con
él, lo había retenido en su mente para saber lo que pretendía, había
controlado que su permanencia en ella fuese más larga, pensó que del
mismo modo, podría conseguir que su permanencia fuese más corta,
hasta que fuese nula.
Tenía claro que le echaría a patadas para siempre.
Al día siguiente, la mujer compartió menos tiempo con su hija con
el unico objetivo de provocar su aparición, aguardó pacientemente
hasta que apareció de nuevo.
  -Si es cierto que la quieres tanto, ¿Por qué a veces le pegas?
  -La mujer contestó la pregunta del dragón – Le pego solo cuando se porta mal o se pone caprichosa sin motivos, pero sabes que enseguida me
arrepiento y la consuelo, no soporto que llore porque la quiero,
también sabes que para educar a los hijos a veces hay que enfadarse
con ellos, son como un árbol de tronco fino, a menudo has de
enderezarlo para que crezca firme, todos los padres regañan a sus hijos,
es parte de la educación.

    -Si aceptas a tu hija, ¿Por qué te planteas la posibilidad de tener un
hijo en el futuro?
    -Para demostrarme a mí misma que no hay ninguna diferencia, que puedo querer a mi hija tanto como pueda querer a un hijo, o tal vez más.
Para demostrarte a tí, que tus apariciones en mi mente últimamente están fallando.
  -Si no te dan resultado mis apariciones, ¿Por qué sigues dudando a cada instante?
  -Suelo ser educada y escuchar todo lo que mí interior tenga que
decirme, cuando veo que tus propuestas no me convienen, las
desestimo ignorándolas, las dudas que me provocas sólo me sirven para
convencerme aún más de que la quiero, lo sé porque cada vez la beso
y la abrazo con más intensidad. Lo único que estás consiguiendo es
reforzar mi amor por ella, te lo agradezco.

El dragón quedó indignado, no sólo estaba fallando en su proposito,
sino que además, estaba ayudando a fortalecer el cariño de la mujer por
su hija.
   - Eso es imposible, yo solo quiero confundirte.
   -Enhorabuena, al principio lo lográste, pero solo al principio, ya no.
   -No puede ser, yo siembro dudas en tu mente fugazmente, luego
me marcho dejándote preocupada, confundida, arrepentida.
   -¡Ja!, !Ja!, !Ja!, ahora la que se ríe de tí, soy yo, ¿Sembrar dudas
fugazmente? Llevamos hablando más de media hora, hasta te estoy
cogiendo cariño, es más, te doy las gracias de todo corazón, hoy sé
que la quiero más que a mi vida, que estoy orgullosa de ella, que es
un regalo que la vida me ofreció para aumentar mi autoestima,
gracias a tus dudas estoy segura de que quiero a mi hija.

El dragón se dio cuenta que lo había descubierto, se dio por vencido
suplicando a la mujer que le diera cobijo en su mente.
  -Está bien, tu ganas, no malgastaré más mis palabras haciéndote
 dudar de algo que tus caricias tienen tan claro, pero no puedes
echarme, no tengo donde ir, si mi ama la desilusión me ve llegar
derrotado, me condenará de por vida, por favor, ¡Ayúdame!

La mujer se solidarizó con el dragón, al fin y al cabo le había
tomado cariño, de modo que decidió ayudarle.
   -Me parece justo, tu reforzaste mi cariño hacia mi hija, estoy en
deuda contigo, te ayudaré, solo te exijo una condición.
   -¿Cuál?
   -Podrás quedarte a vivir en mi mente si no apareces y desapareces,
quiero que permanezcas en el mismo lugar siempre, si quieres puedes ser mi amigo y disfrutar siendo espectador de todo lo que en realidad
siento por ella, puedes ser víctima de mi cariño o verdugo para
tí mismo, tú decides,¿Te quedas o te vas?

El dragón vaciló un instante, luego respondió tan fuerte como pudo,
-¡Me quedo!
 -Entonces bienvenido a tu nueva casa, tendrás acceso a mis
pensamientos, a mis sentimientos, a mis emociones y a mi corazón, pero ten siempre muy claro que eso no te da acceso a formar parte de mi
vida y mucho menos a condicionarla.

Pasaron unos días y el dragón no hablaba con la mujer, solo era
espectador de sus actuaciones, de sus pensamientos, de su relación
con la niña que había mejorado bastante, sus besos y sus caricias
las sentía voluntarias, transparentes, nunca más serían obligadas
por ninguna duda.
El dragón se arrepintió de lo que había intentado con  la mujer,
le pidió disculpas de nuevo y renunciando a todo lo que poseía, se lo fue ofreciendo:
   -Le dió el fuego de su boca, para nunca más poder sembrar
dudas y temores en su interior.
   - Le dió sus garras, para no apoderarse ni un solo instante de los pensamientos de la mujer.
   - Le dió su cola, para no impresionarla anidando en ella temores.
   -Le dió su color verde, para devolverle la esperanza que un día le
arrebató.
   -Le dió su cariño, para demostrarle que también él gozaba de buenos
sentimientos.

Tras despojarse de todo lo que poseía el dragón horrible, malvado, queaparecía fugazmente en la vida de la mujer con el objetivo de sem-
brar dudas y temores en la relación con su hija, se convirtió de nue-vo en la mujer que era antes de dar rienda suelta al conjuro que la había convertido en dragón, !se trataba de la bruja!, los buenos sen-
timientos que salieron a su superficie pulieron sus cabellos enreda-
dos, sus uñas afiladas, su verruga en la nariz, su espalda curvada,
su voz ronca, sus ojos jugosos por la maldad, pero sobre todo, ha-
bían pulido su alma, se había convertido en una mujer noble, de
buenos sentimientos y muy bella. La bruja de la desilusión era libre, estaba tan agradecida a la mujer que le ofreció ser su conciencia
para aconsejarle, eso sí, siempre la verdad, sin confundirla, sin
crear en ella temores ni dudas ficticias.
Fue así como la bruja de la conciencia, que ahora era bella, mezcla-
da con los deseos de la buena mujer, lograron disipar todas las du-
das que un día surgieron efecto provocando así una pérdida irrepa-
rable para la mujer, la infancia de su hija.
Así pues, la mujer no sólo venció para siempre a la bruja de la
desilusión, sino que logró tener en su interior una gran aliada que
sin duda alguna, le ayudaría en la relación con su hija. 

A Javier le doy todo el cariño que anida en mi interior, pero ese que no me acepta, el que su condición no le deja recibir de mí, se lo doy a mi hija, ella siempre me lo agradece con una sonrisa.
“Pienso que la mitad de los sentimientos que expresamos la toma el receptor, aquellos a quienes se los demostramos, la otra mitad, la recibimos nosotros mismos.
Soy partidaria de que los sentimientos que no se dan, los que no se expresan, todos aquellos que no manifestamos al exterior, pero que los hemos sentido en el interior, ocupan el espacio de un amor que no hemos dado y que por lo tanto, nunca recibiremos”.

Me alegro mucho de poder expresar mis sentimientos con actuaciones a los seres humanos que tengo a mi alrededor, si no gozase de mi hija, si a veces no tuviese a Javier, a Nana, a Niebla…. tendría que descargar similares sentimientos para que su sitio fuese ocupado por otros nuevos.

Sin duda alguna, mis besos y mis caricias las volvería a lanzar al viento”.

                                                                                                      Fin

61 comentarios:

  1. Eres una artista de las letras, Amparo!

    Es un placer leerte, realmente lo he disfrutado...

    Besitos azules desde mi playa que te espera...

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    1. Iré a tu playa en cuanto pueda, gracias por tus palabras, no se si soy una artista de las letras, pero si que me encanta jugar con ellas.

      Besos

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  2. Respuestas
    1. Bienvenido Omar, gracias por tu llegada y tus palabras en mi espacio, espero verte más seguido por aquí.

      Saludos

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  3. Realmente una belleza de Relato.
    Un abrazo.

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    1. Pedro Luis, gracias por volver, me alegro que te haya gustado, eso quiere decir que te gusta mi manera de sentir y experimentar, sobre todo de expresar.

      Un abrazo

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  4. Amparo... Por Dios...!, el final de tu novela es, sin duda alguna tu pensamiento real como madre que tu eres, has relatado con sabiduría los temores, las dudas, los amores que una madre siente al nacer su hijo... y te diré que es tan natural tu relato, tan explícito y tan hermoso que, ya sin duda alguna, creo, aunque más bien estoy completamente seguro que Amparo se ha Mimetizado con Laura, y viceversa, o tal vez que Amparo ha hablado y nos ha enseñado a sus lectores por boca de Laura.

    Sabes que soy tu amigo, pero este comentario no está influenciado por serlo, aquí, en este comentario sólo expreso, una vez más, mi admiración por tus letras, por la humanidad que pones al escribirlas y definitivamente por tu alta calidad de escritora.

    Tanto a la madre de mis cuatro hijos, como a mis hijas que son madres de mis cinco nietos, he visto con las mismas dudas reales cuando nacieron los niños... y tales dudas siempre acosarán al ser humano un instante antes de realizar una obra maestra, como lo es dar a luz una vida, o escribir un poema... y eso querida Amparo te lo digo por la experiencia luego de que he cumplido ya nada mas ni nada menos que 65 años escribiéndolos.

    Perdona la extensión de este comentario, muchachita adorable y muchas gracias por darnos la posibilidad de conocer tu obra.

    Un beso desde Buenos Aires

    Federico

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    1. Querido Federico, me alegro que no te hayas dejado llevar por nuestra amistad a la hora de comentar, creo que eres el único que lleva viendo capítulos atrás que Laura y Amparo son la misma persona, mi final es emotivo, necesitado, el motivo de que esta novela surgiera fue para superar una depresión post parto que me tuvo encadenada durante 18 meses de mi vida y de la de mi hija, entre estas letras deje mis temores y descubrí todo el amor que sentía por ella, un amor que fue reforzándose y acrecentándose día a día, a día de hoy no hay fantasmas, no existe aquel dragón tras el que se escondía la bruja desilusión, con lo cual me anoto otro tanto en la batalla de mis sentimientos. Me alegro enormemente compartirlo con todos mis seguidores. Gracias por tus palabras, y por tu constancia en mi vida.

      Un beso de puño cerrado

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  5. Qué angustia debe ser para un madre pasar por esta experiencia!
    Un relato muy rico en sentimientos humanos, con dudas y luchas internas y que al final, felizmente se resuelve positivamente.
    Besos, Amparo.

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    1. Realmente angustioso, pero sabes??? detrás de toda tormenta se esconde los rayos del sol, y cuando el frío que has sentido en esa tormenta es infinito, cuando la lluvia te ha empapado tanto, valoras mucho mas el calor del sol que te cubre.

      Besos

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  6. Una creatividad que es de gran emotividad. Todo un diálogo de angustia y dudas de la inexperta protagonista que casi por instinto llega a una buena conclusión. Enhorbuena Amaparo. Te quedó muy lindo.
    Besitos.

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    1. Gracias por tus palabras Sara, no podías faltar en este capitulo, sin duda es el mas importante para mi, todo un dialogo de angustia y miedos como siempre que algo nuevo, grande, y tan hermoso llega a nuestra vida, siempre nos queda la sensación de que se pudo vivir mucho mejor todos esos grandes momentos.

      Besitos

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  7. Wowwwww!!!! este si que fue un final de finales, abriendo tus sentimientos y aflorando la madre que cada una de nosotras puede llevar dentro...... que descripción, estoy anonadada me has capturado semana, tras semana, y hoy encontrar en este final un cuento tras tu relato ha sido lo mejor..... te felicito querida Amparo... siento que disfrutas con cada una de nuestras opiniones.... te ha quedado muy pero muy HERMOSO!! besos :**

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    1. Gracias Patty, veo que hoy te llevaste doble sesión de capitulo, se que vas a echar de menos a Laura a partir de ahora, pero no te preocupes, veras pinceladas de ella en mi, en las próximas entradas, es tanto lo que mi corazón tenia que gritar, que le falto papel en ese momento.
      No dudes que siempre disfruto mucho con vuestras opiniones, son lo que mas me llenan tras escribir, es mi recompensa, jaja

      Un beso enorme

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  8. Te felicito querida Amparo, cada vez me engancha más y más.
    Besos. Rosa.

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    1. Mi fiel y esperada Rosa, gracias por tu felicitación, se que también echaras de menos a Laura, pero ahora toca enamorarse de otros personajes, se que te engancharan tanto como ella

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    2. Mis nervios me traicionaron, le di a publicar antes de escribir, estoy realmente emocionada con vuestros comentarios, no podías quedarte sin un beso enorme.

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  9. Obrigada por passa no Sedimentos e deixar seu rastro... será um prazer ler o que você escreve...

    Beijo carinhoso.

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    1. Bienvenida Teca, sera un placer seguir escribiendo dejando rastro con todos esos sentimientos a mi paso, gracias por quedarte.

      Te devuelvo el beso cariñoso

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  10. Un gran relato Amparo; los sentimientos de una madre tras parir a su hijo, en algunas ocasiones afectan tanto que las reacciones son imprevisibles. La vida y el tiempo ,pone las cosas donde deben estar.

    Saludos,

    Moon.

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    1. Bienvenida Moon, así es, todo afecta tras el parto y los sentimientos están a flor de piel, a veces no reaccionamos como quisiéramos y tenemos que luchar contra esos reacciones contra nosotros mismos, me alegro de haber ganado.

      Saludos, espero verte mas seguido

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  11. Amparo, me ha encantado conocer tu blog. Volveré para leer más despacio tus historias. Muchas gracias por tu visita y comentario en Corazón Futuro. Un cordial saludo!

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    1. Gracias por tu visita Gemitax, bienvenida a mi espacio, me alegro que te haya gustado navegar entre mis sentimientos, y espero con ansiedad que vuelvas.

      Un cordial saludo

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  12. Amparo, querida Amparo,
    nos diste un final feliz, la felicidad de una madre que asume su maternidad. Hermosa recreación muy sentida, sensible y real hiciste de esa relación madre-hija, Se nota que habló en ti la voz de la experiencia, y ese mágico mundo de ser mamá hizo del corazón de Laura un tesoro radiante, natural y lleno de amor que no se ofuscó ante la tentación de un sentimiento adverso.
    Gracias por hacernos partícipes de la riqueza de tus pensamientos y letras. Te digo de todo corazón, vale la pena!! Ya nos regalarás otros relatos o memorias....

    Un fuerte abrazo
    y un feliz domingo

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    1. Gracia por tus palabras en mi último capítulo de mi novela, sin tu presencia algo mágico hubiese faltado a mi capítulo, te agradezco que hayas caminado junto a mi en el transcurso de mis palabras y que las hayas disfrutado, pero más aún que hayas entendido y experimentado mis sentimientos. Espero no extrañes mucho a Laura, pues veras pinceladas de ella en los próximos relatos, puesto que somos la misma persona.

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  13. Bello relato. Mis experiencias fueron sencillas pero absolutamente agobiantes hasta que "despegaron" de mi lado los polluelos. Bss.

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    1. Gracias emejota, por más agobiantes que sean nuestras experiencias, son enormemente gratificantes, eso solo podemos entenderlo con el transcurso del tiempo.
      Besos

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  14. Amparo es un gusto leerte, tus relatos llevan fantasía, realidad, sentimientos internos, reflexiones. De verdad es enriquecedor pasar por aquí.
    Buen domingo, un abrazo

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    1. Gracias Rosa por estar en mi último capítulo, gracias por catalogar mis palabras como enriquecedoras, pues me alegra saber que sentís lo que yo siento al releerlas.

      Buen domingo también a ti, un abrazo.

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  15. Querida Amparo, al comienzo del capitulo me contagie de la tristeza, el dolor y la imposibilidad de sus sentimientos de Laura hacia su hija. Luego entendí que sufría una depresión post parto, que la confirmas en en uno de los comentarios, por suerte y con apoyo profesional y familiar lo has podido superar.
    El dialogo en el cuento con el dragon, es una historia independiente en si misma. Deduzco que difícil es luchar contra el fantasma interior.
    Un final de enseñanza.
    Mis sinceras felicitaciones, Laura quedara en nuestro recuerdo y seguramente nos deleitaremos con nuevas historias
    Un abrazo

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    1. Si que es triste haber tenido la sensación de haber perdido esos meses junto a ella, mi único consuelo es que no fue algo voluntario y que aprovecho mis momentos con ella doblemente desde entonces.
      Quien más me ayudo a salir de la depresión fueron mis propias palabras, mis percepciones y ver de frente lo que sentía, por supuesto que esa gente importante para mí siempre estuvieron a mi lado.

      Gracias por tus palabras y por tu presencia en este capítulo tan importante para mi.

      Un abrazo

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  16. Laura hija, Laura esposa, Laura mamá. Al final la vida sonríe en esta historia y nos deja el sabor de un bonito futuro.

    Saludo enorme, Amparo.

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    1. Hola Luna, Si así es, al final cada una de nosotras tenemos que hacer varios papeles en la vida, de esposa, hermana, madre, hija, amiga..... todos ellos con diferente guion y siendo la misma protagonista.

      Un abrazo

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  17. Llego al final pero me queda clara la historia.

    Enfrentar los miedos, las inseguridades, atreverse a ello, meterse a fondo y batallar con los arquetipos, con lo propio y lo ajeno que nos afecta.
    No hay otra, Amparo.
    Aplicar el rigor, entrar al combate con valentía y afrontar todo lo que venga.

    La depresión post parto es una batalla que te lleva al límite de la resistencia y que te hace cuestionar qué clase de persona eres por sentir lo que en esos momentos, sientes.
    Afortunadamemte se sale, como tu protagonista.

    Besos

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    1. Me alegro que te quede clara la historia, atreverse esa es sin duda la clave de Laura, avanzar atreviéndose sin que nada ni nadie pueda vencerla con sus miedos.

      Gane esa batalla, mi batalla, estuve al limite de esa resistencia, y hoy sé que clase de persona soy.
      Hoy junto a vosotros lo vi como algo lejano, afortunadamente.

      Besos

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  18. Escribes maravillosamente y se disfruta palabra por palabra. Las decisiones acertadas nos llevan a sortear los obstáculos para sobreponernos a temores e inseguridades y templar el pecho para lo que venga. Un abrazo.

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    1. Gracias por tu visita a mi espacio, gracias por tus palabras sobre mis letras y por disfrutar junto a mi. Efectivamente, cada día sorteamos obstáculos y esperamos los próximos.

      Un abrazo

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  19. Respuestas
    1. Gracias Lobezna, un abrazo para ti también, gracias por estar hoy también entre mis palabras.

      Un beso

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  20. Hermosa forma de describir el maravilloso milagro de ser madre ... segui tus huellas y llegue. Gracias

    Mi abrazo contigo

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    1. Gracias por seguir mis huellas, gracias por llegar y estar aquí, en el último capítulo de una novela que me ha dado muchas gratificaciones y que me las sigue dando a día de hoy, estoy encantada de compartirla con vosotros, contigo.
      Aunque aún no estas entre mis seguidores, te siento como tal.

      Un abrazo

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  21. Hola querida Amparo: De veras me has sorprendido con el vuelco de esta historia. De pronto casi al final de una novela romántica esta se vuelve en la lucha de una madre con sus sentimientos de culpa. Es muy cierto que sobrevolando los renglones de toda la historia se traslucía el sentir de Amparo en el vivir de Laura. Nada como este capítulo. Aquí eres tu con tus pensamientos y todas esas dudas que te hacen tan hermosamente humana que uno siente ganas de vestir de caballero para luchar con miedos y dragones. Has desnudado tanto sentimiento en este último capítulo que Laura, la jovencita enamorada se desdibuja ante la figura de una mujer que se plantea el papel de madre ante su hija y esto engrandece tu relato. Lo hace tan cercano que se respira esa presencia hasta el finál.

    Felicitaciones! Sabes que no me he perdido ningún capítulo y que soy sincero al decirte cuanto me gustó. Deseo imaginariamente acompañar con mis deseos a Laura a que pueda vivir con más seguridad ahora su vida sabiendo que siempre que se va por rosas hay espinas en los tallos.

    Besos

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    1. Hola Daniel, no podías faltar al último capítulo de mi novela, supongo que además de la sorpresa de este giro inesperado, es uno de los finales que te gustan, puesto que ya se que el "fueron felices" no es lo tuyo. Es cierto que decidí quitar la máscara a Laura antes de despedirse puesto que os lo debía por vuestra fidelidad y entrega, además sería doble la sorpresa al encontraros con ella y con el final, me alegro enormemente que hasta el último instante os hayáis sentido atrapados por Laura y su aventura. Gracias de todo corazón por acompañarla, por acompañarme.

      Sé y me consta que has sido fiel a tu cita con Laura entre mis palabras, me siento en la obligación de decirte, que en esta época Laura puede disfrutar de la rosa completamente, de su aroma, color, textura y fragancia, algo que la envuelve hasta el éxtasis, olvidando que un día se topo con una espina dolorosa, inesperada, pero que le dio firmeza a la hora de coger esa rosa entre su vida para disfrutarla.

      Gracias, gracias y mil gracias

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  22. Preciosa historia. Muy bien escrita y amena. Felicidades!!


    un abraxo

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    1. Gracias por acudir a tu última cita con Laura, tu presencia era importante para ella, espero puedas engancharte en las próximas entradas y disfrutarlas igual o más aún.

      Un abraxo

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  23. hermosa escritura. hay en cada palabra un sentimiento profundo y lleno de humanidad,
    una letra de tras de otra es un reflejo de tu alma de poeta en hora buena un saludo talia.

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    1. Hola Taliá, gracias por tu presencia entre mis pensamientos y sentimientos, gracias por quedarte, sé que aunque recién llegas has podido disfrutar y saber en la dirección que Laura ha caminado todo este tiempo, me alegra que te hayas quedado.

      Un saludo

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  24. Precioso Amparo, un final magnífico. Las dudas, la perdida de su padre, pero por encima de todo el amor hacia su hija, junto con esas hermosas reflexiones sobre la maternidad. Me ha encantado, la reflexión final sobre los sentimientos muy bonita. :)

    Gracias por escribir esta maravillosa historia, y compartirla. Un abrazo lanzado al viento para ti. :)

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    1. Querido Oscar, gracias por tus palabras que me susurran bajito de nuevo que estas encantado con Laura y su camino, así es Oscar, por encima de todo el amor por su hija que prevalecerá pase lo que pase siempre.
      La reflexión final es lo que pienso y yo que lo llevo a la practica cada minuto de mi vida, te aseguro que es tan cierto y real como este abrazo que te mando.

      Gracias por leerme y dejar que la comparta

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  25. que bonito!, hola te he conocido por Lobezna, que me ha otorgado el premio a mi también, así que he venido a conocerte, te sigo, me encanta leer y escribes precioso, me quedo por aquí leyendo más. Besitos

    http://silvia-artesaniadelsur.blogspot.com

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    1. Hola Silvia, cuanto tiempo sin verte por aquí, creo que estas confundida, tu me descubriste antes que Lobezna, me alegro que también seas premiada por ella y ahora tenemos algo más en común, gracias por quedarte entre mis letras, espero que ahora sí sea definitivamente, jajaj

      Un beso

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  26. Gracias Amparo, ya estoy aquí, no será la última.

    Un abrazo

    Moon.

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    1. Gracias por volver expresamente a quedarte, sé que no será la última, será mi garantía de que regresarás.

      Un abrazo

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  27. Fuí rápidamente y aunque al principio no sabia de que se trataba, gracias a ti lo entendí, te agradezco nuevamente por tu presencia entre mis letras y por la entrega de ese premio que además de ser el primero que recibo en este mundo bloguero para mí es un honor y un privilegio que venga de tu parte.

    Gracias y un saludo

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  28. Hola Amparo, ya leí el capitulo pero no te había dejado comentario. Ya sabes lo que opinó de ti. El escrito es una pasada, como puedes retener tanta información, y tantos de talles.
    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Hola Universo, me alegra que hayas vuelto a decirme lo que sentiste mientras leías mis palabras, imagino lo que pensáis de mi pues vuestros comentarios dejan entrever la impresión que mis palabras causan en vosotros.
      Te diré un secreto, la única forma de retener detalles y emociones en tu vida, es no dejar de sentir jamás. Las vivencias son las encargadas de gravar a fuego lento el elixir de sentimientos que podemos revivir con el recuerdo.

      Un abrazo

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  29. Como salen los sentimientos de las situaciones vividas en primera persona.
    Me ha cautivado tu relato, hecho desde el corazón.
    Gracias por recordarnos, momentos que al final son felices.
    Suerte y gracias por compartir mi blog.
    Seguiré visitandote, para compartir momentos.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, es increíble como esas vivencias nos marcan con esos sentimientos experimentados y nos sacuden el corazón.
      Siempre hay una luz tras la oscuridad, solo tenemos que seguirla sin miedo para llegar a ella.
      Gracias por tus palabras y por quedarte entre las mías, intuyo que será gratificante para ambas.

      Un beso

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  30. hola Amparo,
    tengo la impresión de tener un libro en las manos, que aunque no lo leo seguido, cuando me engancho de nuevo en la lectura, se inmediatamente de qué trata y me recuerda los capítulos anteriores. Es una historia estupenda, muy emotiva, con mucha fuerza para luchar por lo que se quiere. Por dicha la bruja de la desilusión se fue para siempre y para nunca más volver!


    Continuaré visitandote y leyendo tus hermosas historias.

    un abrazo^^

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  31. Hola Amparo cariño...!!!
    Por fin consigo leer el final y ha sido sorprendente y muy tierno, sincero por tu parte y donde se descubre quién es realmente la protagonista de la historia, tú cariño, tu amor de madre con tus dudas, tus deseos y esa sensación de no querer a tu hija, de no aceptarla, de no mirar sus ojos, su sonrisa, sus primeras palabras...ya sabes cosas de madre!! es lo mejor y más maravilloso que nos puede ocurrir y me alegro que lo superarás, que hayas sido valiente enfrentándote a tí misma, a tus miedos y creo que esta novela te ha ayudado mucho.

    Muchas felicidades por tí misma!!!!
    UN FUERTE ABRAZO Y TODO MI CARIÑO!!!!

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  32. amparo como te dije he pasado por aqui y me ha gustado lo que he visto bolvere

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